Argentina es el país del G20 que registrará la mayor recesión en 2020, con una caída prevista del 12,9 por ciento de su PIB, indicó este martes la OCDE, que precisó que ese descenso también será el mayor de todos los países comparados en su informe semestral de perspectivas.
En ese texto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revisó a la baja su proyección del pasado septiembre para Argentina, cuando anticipó para el país latinoamericano un descenso del 11,2 por ciento este año.
En cambio, el organismo, del que Argentina se encuentra todavía en proceso de adhesión, mejora en cinco décimas sus cálculos para 2021, hasta un avance de su economía del 3,7 por ciento, mientras que para 2022 espera un incremento del 4,6 por ciento.
Entre el resto de países del G20, protagonizan con Argentina los mayores retrocesos este año Reino Unido (-11,2 por ciento) y la India (-9,9 por ciento), y entre los integrantes de la OCDE, con sede en París, se suman como principales perjudicados España (-11,6 por ciento) y Grecia (-10,1 por ciento).
Según sus cálculos, Argentina es además el país con el mayor retroceso del PIB entre el último trimestre de 2019, antes de la pandemia, y el cuarto de este año, un periodo en que se anota un hundimiento del 8 por ciento.
Las causas de la crisis
La OCDE recalcó que frenan el ritmo de la recuperación los crecientes desequilibrios macroeconómicos y las prolongadas medidas para contener el avance de la pandemia, con un confinamiento nacional que comenzó el pasado 20 de marzo y ha sido sustituido ya por restricciones adaptadas a cada región.
La organización indicó que el levantamiento gradual de esas medidas permitirá cierta recuperación del consumo privado, aunque la inversión "se mantendrá débil hasta que se corrijan los desequilibrios".
La OCDE también alertó de que la emisión monetaria para financiar el alto déficit fiscal aporta una presión adicional a la inflación, cuyo aumento podría trastocar las previsiones de este martes, cuando además se proyecta una caída del 15,8 por ciento de la demanda interna este año, pero aumentos respectivos del 2,7 y del 4,5 por ciento en 2021 y 2022.
Su informe apunta que las bancarrotas y las pérdidas de empleo aumentarán una vez que los subsidios para el pago de los salarios y la prohibición de los despidos expire, mientras que un incremento de los contagios, que rebasan los 1,42 millones desde el inicio de la pandemia, podría conducir a un nuevo confinamiento.
Para evitar este escenario, la OCDE recomendó una amplia estrategia nacional de rastreo de casos, test y aislamiento, junto con un plan fiscal a medio plazo creíble y centrado en las mejoras en la eficiencia del gasto público, que incluya un recorte de las exoneraciones fiscales regresivas y los regímenes especiales.
Además, los expertos del órgano destacan que una recuperación más fuerte e inclusiva requiere una mayor acción para impulsar el trabajo formal.