El ministro de Economía de Argentina, Nicolás Dujovne, reconoció este martes que la economía nacional va a estar en recesión "durante un tiempo" pero consideró que "lo importante" es que el país tiene "un piloto de tormentas", el presidente Mauricio Macri, cuya política ha logrado "evitar una crisis".
"Nosotros sabemos que tenemos meses duros por delante. Pero también sabemos que sin esas medidas hubieran sido mucho más duros; hemos logrado evitar una crisis", expresó el ministro en declaraciones a radio La Red.
Según Dujovne, el país atraviesa una recesión "que es dura y difícil" pero valoró que eso sea "manteniendo las reglas de juego".
"La economía argentina está en recesión, va a estar en recesión por un tiempo. Lo importante es que tenemos un piloto de tormentas, el presidente, que realmente con mucha valentía ha decidido avanzar en las medidas que hacían falta para estabilizar la situación", aseveró.
A su juicio, esa solución pasa por "acelerar el camino hacia el equilibrio fiscal", razón por la que el Ejecutivo mandó al Congreso un proyecto de ley de presupuesto para el año próximo con equilibrio fiscal primario.
"Y ahora sumamos una política monetaria muy restrictiva, por muchos meses, de manera tal de estabilizar la moneda, que venía muy golpeada en los últimos meses", remarcó.
Sequía y volatilidad internacional
Dujovne reiteró que Argentina ha tenido en 2018 un conjunto de eventos como la sequía -que afectó fuertemente a la producción agrícola- y la volatilidad internacional "que llevó a la salida de fondos de países emergentes", algo que al país le "pegó muy fuerte" por no haber "terminado de corregir los desbalances" económicos.
También subrayó como hecho que afectó a la confianza de los inversores la "crisis de los cuadernos", en referencia a la causa de corrupción que implica a grandes empresarios y funcionarios de los Gobiernos kirchneristas (2003-2015).
La 'tormenta' económica que Macri reitera que está sufriendo el país dejó en el segundo semestre de este año una caída interanual del 4,2 por ciento en el producto interior bruto, descenso que cortó una racha positiva de casi un año y que los pronósticos coinciden en que no se revertirá en el corto plazo.
A finales de abril, con el comienzo de la devaluación del peso ante el dólar y el euro, el Gobierno decidió pedir ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI) para acelerar las reformas de cara a acabar con el déficit.
Si bien en un principio el crédito ascendía a 50.000 millones de dólares para los próximos tres años, la semana pasada, fruto de nuevas negociaciones con el organismo tras el agravamiento de la caída de la divisa, el Ejecutivo logró acelerar los cobros y aumentar esa cifra en 7.100 millones más.
Consultado por si de no haberse firmado el acuerdo, el país corría el riesgo de caer en un nuevo cese de pagos de la deuda, el ministro fue tajante.
"No, corríamos riesgo de tener que hacer un ajuste fiscal más duro del que estamos haciendo. Lo que le estaba pasando a la Argentina es que escaseaban los fondos para financiar nuestro programa. Lo que hemos decidido es emitir menos deuda, acelerando el proceso de convergencia al equilibrio fiscal", aseveró.