En lo que va de 2018, la moneda trasandina ha perdido más del 68 por ciento de su valor frente al dólar.
Ayer miércoles, el peso argentino se depreció un 8,15 por ciento.
El peso argentino perdía este jueves un 4,05 por ciento de su valor ante el dólar estadounidense en el mercado de cambios, a pesar de haber abierto la jornada estable, tras varios días de fuertes caídas y un "miércoles negro" en el que se depreció un 8,15 por ciento.
Ayer, los mercados no reaccionaron positivamente al anuncio del presidente Mauricio Macri de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para adelantar un nuevo desembolso de fondos del crédito de 50 mil millones de dólares concedido en junio.
Ante "nuevas expresiones de falta de confianza en los mercados", el mandatario remarcó en un mensaje institucional que la decisión de pedir un adelanto de los montos del préstamo -concedido para tres años- busca "garantizar el financiamiento para 2019" y eliminar "incertidumbre" ante el "empeoramiento del contexto internacional".
En lo que va de 2018, el peso argentino ha perdido más del 68 por ciento de su valor frente al dólar, especialmente desde mayo pasado, cuando la subida de las tasas de interés en Estados Unidos afectó fuertemente a mercados emergentes como el argentino, y desde mediados de agosto, cuando se comenzaron a sentir los coletazos del derrumbe de la lira turca por las políticas arancelarias estadounidenses.
Según el estatal Banco de la Nación Argentina, el precio promedio del dólar quedaba establecido a las 11:00 de la mañana (misma hora en Chile) en 34,90 pesos, la compra, y 35,90 pesos, la venta.
El jefe del Gabinete de ministros de Argentina, Marcos Peña, aseguró que, ante las "nuevas turbulencias" económicas que experimenta el país, es necesario "cambiar de raíz" problemas estructurales como la elevada informalidad laboral y la corrupción.
Además, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió hoy volver a aumentar la tasa de política monetaria, del 45 al 60 por ciento, en respuesta a la "coyuntura cambiaria actual", marcada por la abrupta depreciación del peso, y "ante el riesgo de que implique un mayor impacto sobre la inflación".
