El domingo 11 de agosto, Argentina vivirá una nueva jornada de primarias presidenciales, con un componente especial: Los candidatos lo harán solos debido a la ausencia de rivales.
Esto, según vienen diciendo en el país trasandino –dice el diario La Segunda-, transformará el proceso eleccionario en una suerte de primera vuelta de facto en que se enfrentarán la lista de Alberto y Cristina Fernández contra la del actual presidente Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto.
Según los últimos sondeos, la lista de "los Fernández" se impondría por pocos puntos por sobre la del actual mandatario, que no alcanzaría el 40 por ciento de los votos.
En tanto, el también candidato, el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, rondaría el 8 por ciento. Este proceso electoral, por tanto, se convertirá en la encuesta perfecta.
Escenario económico
Las medidas económicas del presidente Macri serían uno de los puntos que lo tendrían en duda respecto a un gobierno continuidad. Su idea en 2015 era "normalizar" la situación en Argentina para lo que tenía que bajar el déficit fiscal con recortes al gasto público, lo que no le hizo nada de bien a su popularidad.
Tampoco pudo controlar la inflación y tuvo que pedir un préstamo de 55 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional debido a las constantes alzas del dólar.
Todo ocurre, mientras los argentinos tienen la vista puesta en los bolsillos debido a que la economía del país se encuentra en recesión, aunque comienza a mostrar algunos signos de despertar.
El año pasado, el PIB cayó un 2,5 por ciento y la economía argentina entró en un ciclo recesivo en abril de 2018. La inflación también golpeó fuertemente al país en el mismo período, año en que los precios al consumidor se dispararon un 47 por ciento.
Además, la recesión económica ha impactado en los indicadores sociales, provocando un mayor desempleo. La última tasa de pobreza se ubicó en un 32 por ciento, 4,7 puntos por sobre la registrada en el primer semestre de 2018.