Argentina definirá el 22 de noviembre, en una inédita segunda vuelta, si quien gobernará durante los próximos cuatro años será el oficialista Daniel Scioli o el opositor Mauricio Macri, luego de que ningún candidato obtuviera este domingo los votos suficientes para imponerse en primera vuelta.
El dato sobresaliente de estas elecciones no fueron las sospechas de fraude, como algunos esperaban, sino la decisión del gobierno, a cargo del escrutinio provisional, de comenzar a difundir los primeros resultados seis horas después de cerrados los colegios electorales y cuando ya había sido cargado el 67 por ciento de las mesas de votación.
Aunque faltaba contabilizar gran parte de distritos clave, entrada la madrugada, con el 67 por ciento de las mesas escrutadas, Macri, postulante del frente Cambiemos y que estaba segundo según los sondeos preelectorales, se situó en un sorpresivo primer puesto, con el 36,24 por ciento.
El oficialista Scioli, del gobernante Frente para la Victoria, logró un 34,70 por ciento. En tanto, en este primer resultado, Sergio Massa, de UNA, obtuvo un 21,09 por ciento.
Más entrada la madrugada, con un 91,61 por ciento de las mesas escrutadas, Scioli logró colocarse al frente con un 36,27 por ciento mientras Macri obtuvo un 34,83 por ciento.
Scioli lidera los resultados por una estrecha diferencia de votos. (Foto: EFE)
Con estos números, ninguno obtendría el 45 por ciento de los votos o al menos el 40 por ciento más una diferencia de diez puntos sobre el segundo más votado, los requisitos necesarios para consagrarse presidente en el primer llamado a las urnas, por lo que Argentina celebrará por primera vez en su historia una segunda ronda electoral.
Candidatos se adelantaron al balotaje
Mientras los 32 millones de argentinos que este domingo acudieron a las urnas ignoraron durante seis horas el resultado de la votación, todos los candidatos se adelantaron a lanzar sus discursos, dando por sentada una segunda vuelta.
Acompañado por su mujer, la ex modelo Karina Rabollini, Scioli, que saltó a la política en los años 90 de la mano del presidente Carlos Menem (1989-1999) y terminó como vicepresidente de Néstor Kirchner (2003-2007), salió a convocar a los indecisos e independientes para lograr la victoria definitiva en noviembre.
"Voy a encarar esta nueva etapa como lo hice siempre en mi vida: con más fe y esperanza que nunca, seguiré buscando los puntos de encuentro necesarios para alcanzar definitivamente la victoria de todos los argentinos", dijo Scioli ante miles de militantes en un estadio Luna Park, de Buenos Aires, donde destacaron los "naranjas" que secundan al candidato y casi estuvieron ausentes los kirchneristas "puros".
Al 79,97% de mesas escrutadas, Macri y Scioli registraban un empate en 35,47%
A puro baile, Macri y sus aliados celebraron en un centro de convenciones de Buenos Aires haber llegado a una segunda vuelta electoral, un escenario sin antecedentes en Argentina.
"Rumbo al 22 de noviembre, como una etapa hacia el 10 de diciembre, que cada uno asuma el protagonismo para poder decirle el día de mañana a sus hijos 'yo en 2015 me comprometí'", dijo Macri, que salió a convocar a todo el arco opositor, desde la izquierda hasta el peronismo disidente.
Macri, alcalde de la capital argentina desde 2007 y líder de Propuesta Republicana (Pro), aseguró que "lo que ha sucedido el día de hoy, cambia la política de este país".
En el tercer puesto de la carrera presidencial quedó Sergio Massa, de Unidos por una Nueva Alternativa (Una, peronismo disidente), con el 21,21por ciento de los votos, un caudal que será decisivo para la segunda vuelta.