Senado argentino aprobó ley que permite votar a los jóvenes desde los 16 años
El proyecto es promovido por el Gobierno de Cristina Fernández y criticado desde la oposición.
Debe pasar por la Cámara de Diputados para convertirse en ley.
El proyecto es promovido por el Gobierno de Cristina Fernández y criticado desde la oposición.
Debe pasar por la Cámara de Diputados para convertirse en ley.
La reforma a la legislación electoral en Argentina dio un paso más en el Senado, con lo cual se acerca la posibilidad de que los jóvenes de 16 y 17 años puedan empezar a votar, optativamente, en las diferentes elecciones del país.
La cámara alta aprobó con amplia mayoría del oficialismo y la oposición (52 votos a favor, tres en contra y dos abstenciones) el proyecto de ley, que ahora deberá ser avalado por los diputados para luego convertirse en norma.
La iniciativa, presentada hace algunas semanas por los senadores Elena Corregido y Aníbal Fernández, generó un agitado debate en los medios de comunicación y la opinión pública por la posibilidad de reducir el límite de edad necesario para votar.
A la propuesta le llegaron cuestionamientos de legisladores de oposición, quienes objetaron que la idea busca ampliar la base electoral para favorecer al gobierno.
Sin embargo, la presidenta Cristina Fernández afirmó: "No vayan a creer que los chicos son idiotas y que, porque se vota una ley, ellos van a tener la posición asumida".
El proyecto legal también incluía la posibilidad de que los extranjeros con más de dos años de residencia puedan participar en las elecciones, pero esto luego fue sustraído.
"El proyecto reconoce una realidad de que algunas cosas para los jóvenes están empezando antes, como es el caso de la participación política", le comentó a BBC Mundo el sociólogo e historiador Federico Lorenz.
"Aunque es cierto que la idea puede parecer algo solamente atado a lo electoral inmediato, porque no debería ser algo aislado si que no tendría que estar acompañada de algo que genere la noción de responsabilidad de votar", agregó.
Lorenz es un especialista en la historia de los años 70 en Argentina. Un período de mucha militancia política por parte de agrupaciones progresistas, cuyos integrantes en su mayoría desaparecieron luego de la ola de represión que se desató tras el golpe militar de 1976.
El principio de la década se caracterizó por la aparición con fuerza de varias agrupaciones políticas juveniles, como la Juventud Peronista o la Unión de Estudiantes Secundarios, que mostraban el interés de los jóvenes en la política.
"Muchos de los que salen a defender el proyecto de reforma hoy en día seguro tienen una resonancia con los años 70, en términos nostálgicos y personales", dijo Lorenz.
"Son políticos de determinada edad, que ahora ven que están en su momento de luchas y lograr las cosas por las que combatieron hace 30 años", añadió.
Actualmente en Argentina, agrupaciones políticas juveniles como La Cámpora plenan el debate diario y cuentan con importante presencia en diferentes ámbitos universitarios y de secundarios.
Esta misma agrupación acompaña constantemente los actos políticos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en la Casa Rosada.
"Decir que se hace esta reforma para que los chicos de 16 años voten por La Cámpora es peyorativo. Hay muchas fuerzas diferentes en la izquierda", aseveró Lorenz.
En ello coincide Inti Constanzo, quien acaba de cumplir 18 años. "Yo no soy kirchnerista, por lo que (la reforma) no significa que vote por ellos. Es un análisis muy sesgado", le dijo a BBC Mundo.
Voces
"Si bien considero que no es algo que necesariamente mejore la democracia, sí creo que es un avance progresivo en cuanto a la participación de aquellos jóvenes que se interesan en la política", afirmó Constanzo.
"Si uno considera que a algunos jóvenes de 16 años se les trata como adultos para que encaren responsabilidades que son de los adultos, entonces es correcto darles la responsabilidad de elegir a quienes nos gobiernan", agregó.
No obstante, en este segmento de edad hay matices. "En mi colegio lo charlamos entre jóvenes de 17 años y esto no interesa. Interesa más lo social o lo económico, pero no el derecho al voto", le dijo a BBC Mundo Martín Furman.
"Si el kirchnerismo va a levantar la bandera de la juventud, debería hacer algo más. Como por ejemplo evitar una deserción de 50% en los colegios o mejorar la calidad de la educación", apuntó.
La joven Mili Luque, en cambio, ve cosas buenas y malas en la propuesta de reforma electoral. "No es 100% malo si lo aprueban, puede ser un incentivo para la juventud. Pero creo que es necesario establecer que primero se debe terminar la educación básica antes de votar, porque por ejemplo es importante saber de historia para saber qué votar. Yo este año recién veo lo que sucedió con la dictadura en 1976 y estoy aprendiendo cosas que me ayudarían a elegir mejor. Sobre todo si en tu casa no se habla de esto", explicó.
Para Luque, el tema de fondo puede ser derribar los estereotipos: "Los 16 apenas son dos años menos que los 18. Es conservador pensar que los jóvenes no podemos votar".
¿Qué impacto tendrá?