El alivio de las temperaturas por las precipitaciones caídas en Buenos Aires motivó este viernes que el gobierno argentino levantara los cortes de luz programados para evitar fallos en el suministro, aunque cerca de 70.000 usuarios permanecen sin servicio en la capital y sus alrededores.
Según el gubernamental Ente Regulador de Electricidad (Enre), a las 09.00 hora local había 32.262 usuarios sin servicio en la zona de concesión de la eléctrica Edenor y 37.003 en la de la compañía Edesur.
El ministerio de Energía tenía previsto para hoy la segunda jornada de cortes programados para tratar de contener los apagones masivos y prolongados que se han venido experimentando a lo largo del verano austral, ante el aumento de la demanda por las altas temperaturas.
Sin embargo, dado que la capital y sus alrededores amanecieron bajo un cielo gris y con episodios de intensas precipitaciones, el titular de la cartera, Juan José Aranguren, anunció a primera hora el levantamiento de los cortes programados para este viernes.
Por su parte, el presidente del Enre, Ricardo Martínez Leone, apuntó que los apagones no programados que se registran hoy se deben a las tormentas y a los fuertes vientos registrados en la zona, que afectan a las instalaciones.
"Con esta temperatura no tiene ningún problema por demanda energética. Los problemas son por la tormenta y si le va quedando cola de recuperación, por los problemas del calor", especificó a radio La Red.
El ministro de Energía adelantó que para la próxima semana se mantendrá la necesidad de hacer cortes programados y que "el martes será un día critico", en declaraciones a radio Vorterix.
Aranguren relacionó los fallos de la red con la "ausencia de inversión y de control" de parte del Estado durante los últimos años y aseguró que la mejora del servicio necesitará varios años.
Se trata del quinto año consecutivo que las altas temperaturas del verano austral vienen acompañadas del alto consumo eléctrico que dan lugar a apagones masivos y prolongados.