El organismo requirió avances para "fin de marzo de 2014".
A inicios de este año emitió una inédita declaración de censura contra el país vecino.
El Gobierno de Cristina Fernández ha tenido una relación tensa con el FMI, al que ha acusado de "ensañamiento".
El Fondo Monetario Internacional (FMI) valoró los progresos realizados por Argentina para mejorar la calidad de sus estadísticas, pero marcó un nuevo plazo para "fin de marzo de 2014" en el que deberá presentar "nuevas previsiones de PIB y un nuevo índice de inflación".
"Aunque apuntando que Argentina no ha adoptado las medidas exigidas por el Fondo para enfrentar las inexactitudes en las medidas de inflación del Gran Buenos Aires y datos del PIB, el Directorio Ejecutivo reconoció el trabajo en marcha y la intención de ofrecer un nuevo sistema de medición de precios para comienzos de 2014", indicó el FMI en una nota de prensa.
Por ello, el principal órgano ejecutivo de la institución dirigida por Christine Lagarde decidió ofrecer un "calendario específico" para la presentación de estas nuevas medidas.
"Esta decisión llama a Argentina a implementar un conjunto inicial de acciones específicas, entre ellas la publicación de un nuevo índice de precios nacional y unas previsiones revisadas del Producto Interno Bruto (PIB), para el final de marzo de 2014", subrayó el FMI.
Además, indica que "más acciones deben ser implementadas para el final de septiembre de 2014 y febrero de 2015", aunque no las especifica.
El Fondo subraya también "la importancia de las conversaciones en curso con las autoridades argentinas para mejorar la calidad" de los datos del PIB e inflación, y expresa su disposición a "continuar fortaleciendo la relación" con Argentina.
Largo conflicto
La decisión del Directorio Ejecutivo del FMI supone un respiro para Argentina, ya que podía haber enfrentado sanciones concretas como en lo que respecta al acceso a recursos del organismo.
Aunque las tensiones entre Argentina y el Fondo se han aligerado en los últimos meses, Lagarde había insistido en agosto en que Buenos Aires debía facilitar cifras "fiables y comparables", ya que todos los socios "deben estar en la misma página, como marcan las reglas del juego".
El pasado febrero, la institución internacional emitió una declaración de censura y conminó a Argentina a que presentara progresos en el modo en que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) compone sus datos para finales de septiembre, cuyo resultado analizó hoy su Directorio Ejecutivo.
Esa declaración de censura fue la primera ocasión en la que el Fondo tomó esta medida con uno de sus 188 países miembros desde su creación en 1944.
El Fondo ha advertido en numerosas ocasiones sobre la falta de rigor en las estadísticas económicas que entrega el Gobierno argentino, y en todos sus reportes de "Perspectivas Económicas Globales" desde hace varios años incluía un pie de página en el que subrayaba sus dudas acerca de los datos suministrados por Buenos Aires.
Según el Indec, la inflación en 2012 fue de 10,8 por ciento, mientras que las consultoras privadas, a las que el FMI otorga más credibilidad, estiman que estuvo cercana al 25,6 por ciento.
En los últimos tiempos, y en particular durante el mandato de la presidenta Cristina Fernández, Argentina ha marcado distancias con el Fondo, al que considera responsable en parte de las recomendaciones económicas que llevaron a la aguda crisis que azotó al país a comienzos de siglo.
"Realmente hay contra la Argentina por parte del FMI una suerte de ensañamiento porque somos el mal ejemplo, somos el mal alumno, somos quienes dijimos que no a todas y cada una de las recetas que quisieron imponernos en el año 2003", afirmó Fernández el año pasado en una conferencia en la Universidad de Georgetown en Washington.
