La Justicia de Argentina decidió, mediante una medida cautelar, frenar los aumentos de hasta 600 por ciento en las tarifas de la electricidad en todo el país dictados por el Gobierno de Mauricio Macri en febrero.
Martina Isabel Forns, jueza federal de San Martín, en la provincia de Buenos Aires, acogió los recursos de amparo presentados por dos organizaciones no gubernamentales para cancelar los llamados "tarifazos".
Esta decisión se suma a un fallo de la Cámara Federal de La Plata por el que, en julio también se frenaron los aumentos dictados por el Ejecutivo de Mauricio Macri en las facturas el gas, una decisión judicial contra la que el Gobierno presentó un recurso que todavía está por resolver.
Con la medida resuelta en las últimas horas "se retrotraen (las tarifas) a la fecha anterior a los aumentos. Tienen que volverse a facturar. Lo mismo que sucedió con el amparo del gas. Y a los que hayan pagado se los tendrá como un pago a cuenta", reintegrándose su monto en las próximas facturas hasta su compensación total, explicó la propia jueza en declaraciones al canal Todo Noticias.
Consultada sobre qué debe hacer el ciudadano que no ha pagado todavía las cuentas, Forns señaló que el aumento de las tarifas, por la medida cautelar anunciada y hasta tanto esté firme la decisión, está suspendido.
"En este caso, que es en amparo colectivo, al igual que el fallo de La Plata en materia de gas, lo que se está analizando es el procedimiento llevado a cabo para dictar estas resoluciones que tuvieron como destino aumenta la tarifa de la energía eléctrica", explicó Forn.
"Hay gente que ha pagado la factura y hay gente que no la puede pagar en absoluto", remarcó la jueza, que aseveró además que las compañías no pueden cortar el servicio a los usuarios que decidan no pagar la factura.
La medida "no mira el perjuicio particular, sino el procedimiento llevado a cabo", al considerar que debieron haberse realizado audiencias públicas antes de ordenar los aumentos, sentenció.
Tema complejo
Los mentados "tarifazos" obedecen a la decisión del Gobierno de Mauricio Macri de terminar con la transferencia de recursos del Estado para subsidiar a los consumidores, que beneficiaba especialmente a los clientes de las empresas eléctricas Edenor y Edesur, que proveen electricidad a los vecinos de la capital argentina y su cinturón metropolitano, la zona más poblada del país.
"En los últimos años se mantuvo un sistema tarifario injusto, en el que se castigó a los que menos tienen y se afectó a varias provincias en un sistema poco federal", justificaba en enero el ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien indicó que el desequilibrio tarifario afectó la inversión de las eléctricas.
El Gobierno ha explicado en los últimos meses que la quitada de subsidios y el consecuente aumento tarifario eran necesarios para poder solucionar el déficit energético que atraviesa Argentina y que, en el caso de la electricidad, genera numerosos cortes de luz en el país a lo largo del año por el exceso de demanda de energía.
"No terminar como Venezuela"
El fuerte aumento de precios en las cuentas ha motivado varias manifestaciones de protesta contra el Ejecutivo, pero, según una encuesta difundida el domingo recién pasado por el diario Clarín, el 63 por ciento de los argentinos considera que el fin de los subdisios era necesario.
Sin embargo, el 55 por ciento cree que los incrementos debían ser graduales. Apenas el 8,8 por ciento estuvo de acuerdo con las subidas implementadas de una sola vez durante el primer semestre del año, que provocaron -en algunos casos- incrementos de hasta un 1.000 por ciento en las facturas del servicio de gas para los usuarios.
La polémica provocada llevó al Ejecutivo encabezado por Macri a establecer topes de hasta un 400 por ciento para los incrementos en el precio del gas para los usuarios residenciales.
En la encuesta el 37,2 por ciento de los entrevistados cree que el nuevo cuadro de tarifas es resultado de una mala administración de las gestiones kirchneristas, mientras que el 33 por ciento lo atribuye a las decisiones actuales.
La semana pasada el jefe del Gabinete de Ministros de Argentina, Marcos Peña, dijo que al asumir el nuevo Gobierno había una "situación crítica", donde si no se cambiaba "el rumbo" el país terminaría viviendo "situaciones dramáticas como la de Venezuela".
"Hay que ser conscientes de que nuestro mayor desafío era evitar una gran caída, una gran crisis como hemos vivido en otros momentos de nuestra historia", dijo Peña