El presidente argentino, Mauricio Macri, dijo este sábado que es consciente de que hay compatriotas a quienes "les sigue costando" salir adelante económicamente y lo notan en sus "bolsillos" o su "mesa de todos los días", pero afirmó que su intención es no dejar a nadie atrás.
"Como presidente, mi tarea es que nadie, nadie, que ningún argentino quede atrás. Quiero ser el que, en una procesión, vaya detrás de todos, cuidando que nadie quede en el camino", dijo Macri en Mar del Plata, donde recorrió las obras de ampliación del aeropuerto Astor Piazzolla de la ciudad, uno de los mayores centros turísticos de Argentina.
Macri parte con desventaja de cara a las elecciones del 27 de octubre después de que su rival, el opositor peronista Alberto Fernández, le sacara 16 puntos en los comicios primarios del 11 de agosto.
"Aun en este día de alegría para los marplatenses (...) quiero decir que sé que muchos todavía no sienten que les llegó ese impulso, porque les sigue costando", reconoció Macri.
Desde el día después de las primarias, la crisis económica que vive el país suramericano desde abril de 2018 se recrudeció, el dólar trepó, la Bolsa se derrumbó y el efecto ya se notó en el dato de la inflación de agosto, que fue del 4 por ciento respecto al mes anterior, y que acumula un 54,5 por ciento interanual, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Para paliar la situación, Macri tomó medidas como el control de los precios de alimentos de la canasta básica y supresión del IVA de otros productos, entre otras.
Esta semana, después de una campaña liderada por movimientos sociales y presentada por la oposición, el Senado aprobó de manera definitiva y por unanimidad la ley de emergencia alimentaria.