La mujer "engañada" deberá pagar más de dos millones de pesos chilenos.
El hecho ocurrió en Mendoza, Argentina.
En un fallo civil inédito en Argentina, una mujer le ganó una demanda por daños y perjuicios a la esposa de su amante. Ahora deberá ser indemnizada con 60 mil pesos argentinos, unos 2,2 millones de pesos chilenos.
El triángulo amoroso comenzó en agosto de 2013, cuando la demandante trabajaba en un banco ubicado en la calle Colón, de Mendoza. A principios de ese mes, el hombre acudió a realizar un trámite y la vio, quedando flechado.
Fue tanto el impacto que la esperó a la salida de su trabajo para invitarla a tomar un café, según el diario El Nuevo Día, de Mendoza. Según la versión de la demandante, tiempo después comenzaron un noviazgo.
El individuo le dijo lo de siempre, que en ese momento estaba separado y que su supuesta exesposa residía en España. Incluso la hija y la nuera del seductor estaban al tanto de la relación con la mujer del banco.
El hombre hasta le pasó las llaves de su estacionamiento a su nueva "amiga", ya que vivía en un edificio cercano al banco.
El 6 de septiembre, la esposa regresó de Europa y se enfureció al ver un auto ocupando su espacio. El hombre mandó al portero del edificio a pedirle la llave del estacionamiento a su amante y le advirtió que no volviera al lugar.
Tres semanas después, la esposa se dio cuenta del engaño y acudió al banco y solicitó hablar con los directivos. En esa charla, difamó a la empleada y pidió que la despidan, aunque no logró su objetivo.
Las autoridades de la sucursal se presentaron a declarar y ratificaron que la mujer se presentó pidiendo que echen a la amante que "es una puta, una cualquiera", entre otros agravios. Los jefes tenían muy buen concepto de la trabajadora.
Los nombres de los involucrados son mantenidos en reserva.
