La joven condenada a cadena perpetua fue castigada por tomarse fotos con otra presa.
Hace unos días, la joven Nahir Galarza hizo polémica por reabrir su cuenta de Facebook y compartir fotos con una amiga y compañera de celda en la cárcel donde cumple cadena perpetua por el crimen de su pololo, Fernando Pastorizzo.
Esa actitud le valió un castigo en la Unidad Penal de Mujeres Número 6 de Paraná, Entre Ríos. En un comienzo la sancionaron con 10 días en el calabozo por las imágenes en redes sociales, pero su abogado logró reducir el castigo a la mitad.
La asesina relató cómo fueron esas cinco jornadas, según informa Infobae. "La pasé mal, pero no me quedó otra que soportar ese encierro, de un lugar muy chiquito, oscuro, que abrían dos veces por día. Fue un día que duró cinco días", dijo.
A diferencia de la celda, donde me entretengo o hablo con mis compañeras, en el calabozo solo tuve tiempo para pensar, me costó dormir y ni soñé", contó Nahir a una amiga.
Un cercano a la joven contó que "ahora que está en la celda otra vez, le volvió el alma al cuerpo. Es más, ella no lo dice porque no quiere quedar como víctima, pero el primer día la tuvieron sin comida. Y el lugar era de un metro por dos metros. Creo que le tienen bronca porque lo que hace trasciende y quisieron darle un castigo ejemplar".
