La Gendarmería argentina entregó a la Fiscalía un informe pericial que apunta a que el fiscal Alberto Nisman, hallado muerto en 2015 días después de acusar a la entonces presidenta Cristina Fernández de encubrimiento de terroristas, fue asesinado y no se suicidó, confirmaron fuentes judiciales.
El documento, elaborado por una junta interdisciplinaria compuesta por una veintena de especialistas policiales y peritos, señala que a Nisman, que apareció con un tiro en la cabeza en el baño de su apartamento del barrio porteño de Puerto Madero en enero de 2015, lo mataron dos personas tras golpearlo y drogarlo, según detallaron esta semana medios locales.
En enero de este año, el fiscal Eduardo Taiano, que ya estudia el documento, ordenó a la Gendarmería Nacional poner en marcha una junta de expertos para llegar a una "única conclusión, clara y precisa, con certeza científica" sobre si la muerte, que sigue investigándose más de dos años y medio después, se trató de un homicidio o un suicidio.
"Estamos analizando todo. Analizamos hechos y distintas pericias", añadieron las fuentes, que agregaron que el informe de Gendarmería es un documento más para añadir a la información recopilada para la causa.
Taiano deberá evaluar las conclusiones y en base a las mismas solicitar al juez más pruebas sobre el caso, que actualmente se investiga como "muerte dudosa".
El informe
Para realizar el informe, los expertos, entre los que se encuentran peritos contratados por las partes que intervienen en la causa, llevaron a cabo además una recreación del escenario del fallecimiento del fiscal: el baño del apartamento en el que vivía.
Hasta ahora, los detalles del documento solo trascendieron a través de diversas publicaciones periodísticas, que señalaron que la junta policial estudió distintas pruebas, como la falta de pólvora en las manos y la ketamina hallada en el cuerpo del fallecido fiscal, antes no descubierta.
Hasta el momento, en la causa por el fallecimiento solo está imputado el colaborador informático de Nisman, Diego Lagomarsino, por prestarle el arma que acabó con su vida -que asegura le pidió el propio fiscal para proteger a sus hijas-.
No obstante, aún falta que entreguen su informe los peritos de la defensa del informático Diego Lagomarsino.