El Gobierno provincial de Salta, limítrofe con Bolivia, Paraguay y Chile, decidió empezar a cobrar la atención sanitaria a los extranjeros con ciertas categorías de residencia temporal, quienes hasta ahora se atendían de forma gratuita en el norte argentino,
Según informaron fuentes oficiales este jueves, el decreto fue firmado por el gobernador salteño, Gustavo Sáenz, y rige para afuerinos que pertenezcan a las categorías de residentes transitorios (turistas, pasajeros en tránsito, trabajadores migrantes estacionales o académicos) y precarios (solicitantes de residencia durante su proceso de admisión).
Los gastos deberán ser solventados por los aludidos en las atenciones de los centros asistenciales provinciales, ya sea de manera particular o mediante un seguro de salud.
Asimismo, la resolución prevé que la atención sanitaria a los extranjeros en casos de urgencia o emergencia no podrá serles negada ni restringida, pero que el Estado provincial arbitrará con posterioridad los medios necesarios para percibir los gastos ocasionados.
SALTA, DESTINO DE MUCHOS "TOURS SANITARIOS"
"Con esta medida se procura garantizar la solvencia del sistema de salud público salteño", indicó un comunicado provincial.
Lo anterior, debido a que la provincia de Salta recibe "de manera habitual y constante una gran cantidad de personas extranjeras que solicitan atención sanitaria", debido a su ubicación geográfica limítrofe.
Además, Salta es destino de "tours sanitarios" desde otros países, que ofrecen atención en los hospitales del sistema público provincial, en muchos casos de tratamientos prolongados y de altos costos, al igual que cirugías y cesáreas, que son programados.
Este hecho se dio en medio de la presión que el gobierno del mandatario argentino, Javier Milei, ejerce a las finanzas provinciales y nacionales, a fin de recortarlas para cumplir con la meta del equilibrio fiscal este año.
En esta línea, de acuerdo con Sáenz, la provincia de Salta "ha sufrido una merma en su erario", no sólo por el recorte de las transferencias nacionales, sino también por la disminución de la recaudación a causa de la crisis económica y la alta inflación (254,2 % anual en enero) que encarece los insumos para la salud.
