Este sábado se cumplen cinco años del la misteriosa muerte del fiscal argentino Alberto Nisman, quien estaba investigando el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y que acusó a la ex presidenta Cristina Fernández por encubrir a altos funcionarios iraníes que él apuntó como los presuntos autores del ataque.
El atentado ocurrió el 18 de julio de 1994, pero no fue sino hasta enero de 2015 que el fiscal Nisman apuntó a la ex presidenta argentina de encubrir a funcionarios iraníes por el ataque. Irán y la ex mandataria firmaron un memorandum en 2013 que nunca llegó a realizarse, según una denuncia del fiscal Nisman cuatro días antes de su deceso.
El acuerdo, según el funcionario público, eliminaría las alertas rojas a los iraníes acusados por la Interpol (Policía Internacional, por sus siglas en inglés), sin embargo, nunca llegó a realizarse tal acuerdo.
El ataque, que dejó 85 muertos y 300 heridos, es calificado como el peor atentado terrorista en la historia de Argentina.
Alberto Nisman se encontraba en su departamento de Puerto Madero, en Buenos Aires, al momento de su deceso que, hasta hoy, genera polémica debido a que no se saben exactamente las cusas reales.
El fiscal fue encontrado muerto con un tiro en la cabeza y, por ende, se especula que pudo haber sido asesinado por el gobierno de la entonces presidenta Cristina Fernández, o bien, podría tratarse de un suicidio.
En 2018, la justicia argentina confirmó que la muerte de Nisman se trataría de un homicidio y no de un suicidio.