La severa sequía que afrontan las zonas agrícolas más ricas de Argentina, uno de los mayores exportadores mundiales de alimentos, ensombrece los pronósticos para las cosechas de soja y maíz, mientras crecen los reclamos para que el Gobierno refuerce las ayudas al campo.
La situación por la ausencia de lluvias "es cada día más grave y afecta el corazón de la agricultura argentina. Las consecuencias son imprevisibles", señaló el titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, a la prensa.
El dirigente reclamó una reducción de los impuestos a la exportación de granos y la creación de "un fondo anticrisis" para que los productores puedan enfrentar las fuertes pérdidas que, según estiman, ocasionará la sequía.
Para Buzzi, el Estado recauda unos 8.000 millones de dólares cada año por impuestos del sector agrícola, en buena medida alentado por la soja, el principal generador de divisas por exportaciones del país.
El gobierno trasandino anunció este jueves ayudas por unos 3,5 millones de dólares para pequeños agricultores de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y La Pampa afectados por la sequía, aunque estos aportes no son considerados suficientes por las entidades del campo, que la semana próxima realizarán asambleas en el interior del país para ratificar sus reclamos.
Mientras, los productores de territorios bonaerenses estiman que el rendimiento en los cultivos de soja serán un 40 por ciento menores con relación al año pasado, mientras que en el maíz el descenso podría alcanzar al 70 por ciento.
"Llevamos 60 días sin lluvias importantes, ya que en diciembre apenas tuvimos diez milímetros", lamentó Tomás Bullrich, asesor de productores de campos bonaerenses, al diario La Nación.
Emergencia en seis municipios
Este miércoles, el Ministerio de Agricultura declaró en "emergencia" a seis municipios de la provincia de Buenos Aires en donde se han dado por perdidos los cultivos de maíz en momentos en que los registros de lluvias son los más bajos de los últimos 40 años.
Los especialistas advirtieron que la humedad en los suelos tiende a bajar hacia los niveles de 2008, cuando Argentina perdió 35,4 millones de toneladas de granos a raíz de la peor sequía sufrida desde comienzos del siglo XX como consecuencia del fenómeno climático "La niña".
Argentina es uno de los cinco mayores productores globales de granos y los analistas comienzan a revisar a la baja las previsiones de la campaña agrícola 2011-2012, para la que calculaban una cosecha récord de 106,5 millones de toneladas, de las cuales 54,3 millones corresponden a la soja y 28 millones al maíz.
Los expertos calculan que la producción de soja bajará a 47,8 millones de toneladas y la de maíz a 22,1 millones de toneladas.