Una joven argentina de 16 años falleció este viernes a consecuencia de las heridas sufridas ayer por la caída de un rayo en el balneario argentino de Villa Gesell, situado en la provincia de Buenos Aires, con lo que el total de víctimas mortales del suceso ascendió a cuatro, informaron fuentes oficiales.
Priscila Ochoa, que se encontraba en estado grave con pronóstico reservado, murió esta mañana en el Hospital Municipal Arturo Illia de Villa Gesell (a unos 300 kilómetros de la capital argentina), a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio, según comunicó el intendente de la localidad, Jorge Rodríguez Ernetta.
"Veníamos sosteniendo su vida, los médicos hicieron un esfuerzo muy importante. Sabíamos que el pronóstico no era bueno; se hizo todo lo posible", declaró Ernetta en declaraciones a los medios.
La adolescente había sido ingresada ayer por la tarde en estado muy grave debido a las heridas recibidas por la caída de un rayo en la playa que dejó tres muertos casi en el acto y más de una veintena de heridos.
Las otras víctimas
Los otros tres fallecidos fueron Gabriel Rodríguez, de 20 años, Nicolás Elena, de 19, y Agustín Fabián Irustia, de 17 años.
Otras 20 personas continúan ingresadas, una de ellas en terapia intensiva, según informó la agencia oficial Télam.
El rayo cayó en la playa hacia las 17.00 hora local (20.00 GMT), en un sector de carpas del balneario "Afrika" donde los turistas se habían refugiado ante la inminente llegada de una tormenta eléctrica.
Osvaldo García, dueño del balneario, explicó que se vio "una bola de fuego y se escuchó un ruido tremendo", y que uno de los fallecidos murió "calcinado en un cuatriciclo" y otro "estaba jugando al fútbol" cuando sucedió la desgracia.
Otros hechos similares
No es la primera vez que la actividad eléctrica atmosférica mata y hiere en las costas argentinas.
En enero de 2012, una mujer falleció tras recibir el impacto de un rayo mientras se encontraba en la playa sureña de Puerto Madryn junto a su esposo.
Hace 14 años, dos chicos también murieron por rayos en la localidad de Mar del Plata, cuando se encontraban en el agua durante una tormenta eléctrica.