Las víctimas mortales por la explosión de gas en un edificio de la ciudad argentina de Rosario ya son 14, mientras que siete personas continúan aún desaparecidas, tras identificarse el cuerpo de un hombre de 30 años localizado entre los restos del derrumbe, informaron este sábado fuentes oficiales.
El gobernador de la provincia de Santa Fe, a la que pertenece Rosario, Antonio Bonfatti, confirmó ante la prensa el hallazgo del cadáver y precisó el número de personas que aún continúan desaparecidas.
Cuatro días después de la explosión, que dejó, además, más de 60 heridos, de los cuales 11 continúan internados, los miembros de los cuerpos de rescate siguen trabajando sin descanso en el desescombro del inmueble, situado en el centro de la ciudad, la tercera mayor del país, a unos 300 kilómetros de Buenos Aires.
La esperanza por encontrar un sobreviviente
A pesar del paso del tiempo, el objetivo sigue siendo encontrar algún sobreviviente.
"Las esperanzas en materia de emergencias nunca hay que abandonarlas, siempre hay que mantenerlas vivas. Es lo que nos transmiten los socorristas", indicó a periodistas el ministro de Seguridad de Santa Fe, Raúl Lamberto.
El secretario de Protección Civil de Rosario, Marcos Escajadillo, señaló que el esfuerzo pasa ahora por "desagotar los subsuelos para liberar la presión bajo tierra y permitir el trabajo seguro de los rescatistas"
Escajandillo insistió en que continúa abierta la posibilidad de encontrar sobrevivientes y precisó que ya se removió "el 70 por ciento de los escombros" del edificio siniestrado, pero que "aún falta la parte más compleja".
La investigación sobre las causas de la explosión se centra en el técnico del gas que estuvo trabajando en el inmueble minutos antes de la explosión, y que permanece detenido por orden judicial, mientras que su ayudante fue puesto este viernes en libertad.
La fiscal encargada de realizar las averiguaciones, Graciela Argüelles, considera que parte de la responsabilidad es también de la distribuidora Litoral Gas, de capitales belgas y argentinos, por realizar controles "muy limitados y primitivos".