El derrumbe de la semana pasada de un complejo textil en Bangladesh en el que se producía ropa para marcas internacionales ha causado ya al menos 610 muertos, según informó a EFE una fuente oficial.
El vocero del Ejército bangladeshí, Shahinula Islam, confirmó el número de víctimas mortales tras asegurar que los equipos de rescate han recuperado en las últimas horas 38 nuevos cadáveres.
Islam aseveró que prevé que siga ascendiendo la cifra de fallecidos conforme avanzan los trabajos de desescombro, que continúan a "pleno rendimiento".
El siniestro, la mayor tragedia industrial de la historia del país asiático, también causó heridas de diversa consideración a 2.437 personas que se encontraban en el inmueble de nueve plantas y ubicado en la localidad vecina a Dacca de Savar.
Un número indeterminado de trabajadores continúan con paradero desconocido, probablemente sepultados bajo la enorme masa escombros, que el Ejército y otros servicios públicos se afanan en retirar desde hace 12 días.
Los detenidos
El edificio se hundió el pasado 24 de abril con un número desconocido de personas en su interior que fueron obligadas a trabajar pese a que la policía había advertido un día antes de la existencia de grietas en las paredes.
"El peso y las vibraciones de los generadores de electricidad crearon una gran presión sobre la estructura del edificio", afirmó Uddin Khandaker, funcionario del Ministerio del Interior que dirige una investigación para aclarar el siniestro.
Las autoridades detuvieron al dueño del inmueble -vinculado al partido gobernante en Bangladesh-, a varios propietarios de talleres textiles y a ingenieros municipales.
Un empresario español, David Mayor, está bajo orden de búsqueda y captura.