La junta militar de Birmania ordenó este sábado el corte del acceso a internet a escala nacional, que coincide con las primeras manifestaciones masivas contra el golpe de Estado perpetado esta semana.
La transmisión en vivo en las redes sociales de las protestas fue interrumpida de manera súbita, mientras que varias personas confirmaron que las comunicaciones de las aplicaciones móviles se cayeron, aunque todavía las líneas telefónicas siguen funcionando.
Amnistía Internacional (AI) denunció que el gobierno militar ordenó a todas las compañías de telecomunicación el cierre de internet hasta el próximo lunes y, según el portal de seguimiento Netblocks, el "apagón" bajó la conexión en un 54 por ciento respecto a los niveles habituales.
"Los militares deben restablecer todas las telecomunicaciones de inmediato y dejar de poner en peligro los derechos de las personas. Todos los operadores móviles y proveedores de telecomunicaciones de Birmania deben solicitar una aclaración urgente a las autoridades", denuncia el subdirector regional de campaña de AI, Ming Yu Hah.
Miles de personas se manifestaron en las calles de Rangún, antigua capital y ciudad más poblada del país, para manifestar su rechazo contra la nueva junta militar, enfrentándose a unidades de la policía antidisturbios.
Para tratar de frenar la posibilidad de organización de protestas, la junta militar ya ordenó en los últimos días el bloqueo al acceso a las redes sociales Facebook, y algunas de sus plataformas como Instagram o Whatsapp, así como Twitter.
DETIENEN A MILITAR ANTI GOLPE DE ESTADO
Un comandante de un batallón del Ejército birmano fue arrestado tras manifestar, junto a un número indeterminado de oficiales y soldados, su rechazo al golpe de Estado, lo que supondrían las primeras fisuras visibles dentro del cuerpo castrense.
Se trata de la detención de Kyaw Soe Tun, al frente del batallón 903 de ingenieros de campo, que se encuentra en el nororiental estado Shan.
"Al unirnos al Ejército hicimos el juramento de proteger a los ciudadanos, a partir de hoy y junto a los birmanos resistiremos contra la dictadura militar. Nosotros somos el Ejército del país, no somos marionetas de dictadores", apunta un comunicado del batallón, integrado por unas 200 personas.