La compañía textil sueca H&M investigará las acusaciones de abusos laborales y de derechos humanos contra trabajadores en fábricas en las que produce algunas de sus prendas en Birmania, tras las denuncias presentadas en el informe de una ONG.
La compañía indicó en un comunicado que está investigando los 20 casos de abusos denunciados por el Centro de Recursos de Negocios y Derechos Humanos (BHRRC, en inglés) en un informe en el que señala un total de 212 violaciones de derechos humanos contra 108.000 trabajadores en fábricas vinculados a marcas de moda internacionales.
"Todos los casos señalados en el informe de BHRRC están siendo seguidos y donde sea necesario remediados con nuestro equipo local en colaboración estrecha con actores relevantes", indicó H&M.
La compañía sueca se mostró "profundamente preocupada por los últimos acontecimientos en Birmania", en referencia al golpe de Estado militar de febrero de 2021, que sumió al país en una profunda crisis política, económica y social. "Estamos evaluando la situación actual muy de cerca y en diálogo cercano con relevantes actores locales e internacionales", señaló H&M.
Las acusaciones de abusos presentadas el jueves por BHRRC han sido vinculadas a 46 marcas globales del sector de la moda, con la española Inditex a la cabeza con 21 casos, seguida de H&M con 20, Primark con 19 y Bestseller con 17.
La violación más frecuente es la de los salarios bajos, que afectan a 82.000 trabajadores en total, pero BHRRC también reportó casos de despidos injustos, horas extra forzosas, acosos (con especial prevalencia entre las mujeres) y ataques contra el derecho de asociación.
Inditex anunció en junio que rompía con una fábrica que producía para Zara en Birmania después de que una sindicalista fuera detenida y otros seis fueran despedidos por pedir subidas salariales y se comprometió a una salida paulatina del país asiático. Primark también anunció que abandonará su producción en Birmania, según indica BHRRC.
El informe de la ONG también señala a la española Mango, con siete denuncias, sin que la empresa haya respondido a las peticiones de respuesta de BHRRC.
La asonada militar abrió una espiral de violencia, con la exacerbación de la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas contra grupos armados de minorías étnicas y con la toma de las armas por parte de opositores al régimen castrense.