El secretario general de la ONU, António Guterres, prometió este miércoles que la organización va a hacer todo lo posible para lograr que el golpe de Estado en Birmania fracase.
"Vamos a hacer todo lo que podamos para movilizar a todos los actores clave y a la comunidad internacional para que pongan la suficiente presión sobre Birmania para asegurar que este golpe fracasa", dijo Guterres en una entrevista en vídeo emitida en directo por The Washington Post.
El diplomático portugués subrayó que la toma del poder por parte de los militares es "absolutamente inaceptable" tras unas elecciones que transcurrieron "con normalidad" y tras un largo proceso de transición.
La ONU, desde un primer momento, ha condenado el golpe y ha exigido la liberación de todos los políticos detenidos, incluida la líder birmana y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Guterres lamentó que, de entrada, el Consejo de Seguridad de la ONU no haya mostrado unanimidad en respuesta a la situación en el país asiático, pero confió en que las potencias terminen por lograr unidad.
El máximo órgano de decisión de Naciones Unidas celebró el martes una primera reunión a puerta cerrada sobre el golpe y, por el momento, no ha emitido ninguna reacción de forma oficial, debido a las diferencias entre los países, según fuentes diplomáticas.
La reacción de las potencias con asiento permanente y poder de veto en el Consejo de Seguridad ha sido dispar, con Estados Unidos y las naciones europeas condenando con claridad el golpe, mientras que Rusia y China han evitado hacerlo y dicen confiar en un arreglo de la crisis.
Guterres defendió que el golpe es "inaceptable" y confió en que la "democracia pueda volver a progresar en Birmania", para lo que debe producirse una liberación inmediata de todos los detenidos y una vuelta al orden constitucional, según dijo.
El Ejército ha usado la supuesta importación ilegal de un dispositivo telefónico para acusar formalmente a Suu Kyi y mantenerla detenida al menos dos semanas más.
La líder birmana, de 75 años, y que se encontraba hasta ahora en arresto domiciliario en la residencia gubernamental de la capital, Naipyidó, se podría enfrentar a una pena de hasta tres años de cárcel por ese delito y tendrá que permanecer detenida al menos hasta el 15 de febrero.
Guterres rechazó las alegaciones de fraude electoral que ha utilizado el Ejército para justificar su toma del poder e insistió en que los comicios, que dieron una clara victoria al partido de Suu Kyi, transcurrieron con "normalidad".
El portugués subrayó que si algo se le puede reprochar a la líder birmana es que ha sido demasiado cercana a los militares y les "protegió demasiado", en especial tras su ofensiva militar de 2017 contra la minoría rohinyá, denunciada por la ONU como una limpieza étnica.