Rodrigo Duterte ya había llamado "hijo de puta" al presidente de Estados Unidos.
Defendió así su dura campaña antidrogas, que en tres meses ha dejado 3.500 muertos.
Pese a sus exabruptos, Duterte ostenta un 91 por ciento de aprobación en las encuestas de su país.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, envió "al infierno" a Barack Obama y al "purgatorio" a la Unión Europea por haber críticado su campaña contra las drogas, en la que han muerto más de 3.500 personas.
"Te puedes ir al infierno, señor Obama, te puedes ir al infierno", dijo Duterte durante una conferencia empresarial en Manila, en la que también señaló, refiriéndose al UE: "Tú puedes elegir el purgatorio".
Duterte dijo que Estados Unidos debió haber ayudado a Filipinas en la campaña contra las drogas en lugar de criticarlo públicamente por presuntas violaciones de los derechos humanos.
Las críticas de Estados Unidos hacia la campaña de Duterte surgieron por el elevado número de muertes en operaciones policiales y ejecuciones extrajudiciales, que han superado las 3.500 desde el comienzo de su mandato, el pasado 30 de junio.
En otro discurso pronunciado poco después frente a la Asociación de Judíos de Filipinas, Duterte insistió en que Estados Unidos ha "fallado" a los filipinos y ahondó en el distanciamiento con la Casa Blanca que ha venido anunciando las últimas semanas.
"Voy a reconfigurar mi política exterior. Finalmente, puede que corte lazos con América. Prefiero ir a Rusia o a China. Aunque no compartamos la ideología, tienen respeto por nuestro pueblo", aseveró Duterte, quien hace un mes llamó a Obama "hijo de puta" y la semana pasada afirmó que, siguiendo el ejemplo de Hitler, le gustaría "masacrar" a tres millones de drogadictos.
Pese a que en ambos casos se disculpó, Duterte mantiene la tendencia a los exabruptos, que no han minado su apoyo popular, que alcanza al 91 por ciento, según los estudios de opinión.
