El hombre que la semana pasada apuñaló en el cuello al líder de la oposición surcoreana, Lee Jae-myung, confesó que lo hizo "para evitar que se convirtiera en presidente", según informó hoy la Policía.
"El sospechoso ha dicho al respecto que decidió matar a la víctima para evitar que se convirtiera en presidente", explicó hoy en rueda de prensa el director de la Policía Metropolitana de Busan, Woo Chul-moon, después de que el atacante - de 67 años y apellidado Kim - fuera hoy remitido a la Fiscalía para que lo investigue.
El sujeto también quería evitar que el bloque de Lee, el liberal Partido Democrático (PD), "lograra una mayoría de escaños en las próximas elecciones generales" de abril, añadió Woo, quien dijo también que el agresor le guardaba rencor al político por no ser condenado aún debido a la causa que tiene abierta por supuesta corrupción.
A la vez, Kim negó haber contado con cómplices para atacar a Lee, después de que la Policía arrestara por un par de días a un conocido suyo de 70 años por la posibilidad de que le hubiera ayudado en la preparación del ataque del pasado 2 de enero.
LEE, INVESTIGADO POR PRESUNTA CORRUPCIÓN
El pasado septiembre, la Asamblea Nacional (Parlamento) aprobó por mayoría retirarle la inmunidad a Lee para que fuera investigado por supuestos casos de corrupción o malversación de caudal público durante sus mandatos como alcalde de Seongnam (al sur de Seúl) y gobernador de Gyeonggi, la provincia más poblada del país.
Esto plantea desde entonces dudas sobre si el político, de 60 años, lograría llegar como líder a las cruciales legislativas de abril, en las que el PD aspira a mantener el control de la Asamblea Nacional para complicar al máximo la presidencia del conservador Yoon Suk-yeol.
LA AGRESIÓN
Ese día, Kim apuñaló a Lee en la parte izquierda del cuello durante un acto en la ciudad de Busan (350 kilómetros al sureste de Seúl), desde donde el político, que hoy recibió el alta, fue llevado a Seúl para que se le reconstruyera de urgencia la yugular.
Kim, que posee una inmobiliaria en la ciudad de Asan (80 kilómetros al sur de Seúl), fue detenido en el acto y admitió ante la Policía que atacó a Lee con intención de matarlo.
Aunque es habitual revelar detalles personales del autor de un crimen violento en Corea del Sur en aras del interés público, los investigadores decidieron ayer no aportar más datos sobre la identidad de Kim ni su afiliación política, argumentando que el caso no se ajusta al marco legal requerido.