El religioso defiende la libertad religiosa de la constitución del país.
Activistas islámicos han protestado por el uso de la palabra Alá en las misas católicas.
El sacerdote Lawrence Andrew está siendo investigado por la justicia malaya por defender el uso de la palabra Alá entre feligreses católicos.
Se han presentado 109 denuncias contra Andrew por afirmar el 27 de diciembre en un artículo del semanario católico Herald que los feligreses de Selangor seguirán utilizando la palabra Alá para referirse a Dios.
El religioso defiende la libertad religiosa enmarcada en la constitución del país y señala que los musulmanes no se deberían confundir por el uso de una palabra.
El 2 de enero fueron incautadas 350 biblias en la misma ciudad, escritas en lenguas locales bahasa que utilizaban la palabra Alá.
Cerca del 60 por ciento de la población de Malasia (28 millones) practica el islam, mientras que el cristianismo alcanza el 9 por ciento.
