Al menos ocho de explosiones marcaron la trágica jornada en la nación asiática, que se saldó con más de 200 muertos.
El Ejército local detonó de manera controlada un explosivo en las cercanías del principal aeropuerto del país.
Sri Lanka investigará avisos de ataques a los que "no se les prestó la suficiente atención".
El primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, anunció este domingo el arresto de ocho personas por su presunta vinculación con la serie de explosiones ocurridas este Domingo de Resurrección en tres iglesias, cuatro hoteles y un complejo residencial en el país, que han causado más de 200 muertos y 450 heridos.
Wickremesinghe afirmó en una rueda de prensa en la ciudad de Colombo que las fuerzas de seguridad arrestaron a ocho personas relacionadas con los atentados y confiscaron una furgoneta empleada por los atacantes, sin aportar más detalles sobre los detenidos.
Además, el primer ministro reveló que las fuerzas de seguridad habían recibido avisos de posibles ataques en el país, "pero no se le prestó la suficiente atención al asunto", algo que debe ser investigado, subrayó.
Hallan explosivo cercano a aeropuerto
En tanto, artificieros del Ejército de Sri Lanka detonaron de manera controlada y sin producir daños un explosivo localizado a última del día en una carretera, muy cerca del Aeropuerto Internacional Bandaranaike, el principal del país y próximo a la capital, afirmó a los medios el portavoz de las Fuerzas Aéreas, Gihan Seneviratne.
El aeropuerto internacional ya se encontraba en alerta máxima después de la serie de explosiones, y debido a las extremas medidas de seguridad, la terminal aérea solicitó a los pasajeros llegar al menos cuatro horas antes de la salida de sus vuelos o evitar que familiares o amigos que no viajen los acompañen al recinto.
Al menos 32 extranjeros se encuentran entre los fallecidos por los atentados de este domingo y treinta más están hospitalizados, entre los que hay nacionales de Bélgica, Dinamarca, Estados Unidos, China y el Reino Unido, entre otros; por su parte, la Cancillería chilena descartó, por ahora, que haya compatriotas entre las víctimas.
