Una turba ahorcó un joven de 24 años en un pueblo del altiplano de Bolivia tras propinarle una paliza acusándolo de un asesinato cometido el domingo por la noche, informaron un fiscal y otra fuentes del lugar.
El fiscal Javier Taboada indicó a radio Erbol de La Paz que el linchamiento se cometió en el pueblo turístico andino de Sorata, donde "gente enardecida" flageló por varias horas a dos supuestos autores de apuñalar el domingo al dueño de una pizzería.
Los acusados en principio negaron los cargos, pero después se culparon de forma mutua del asesinato, según las versiones de vecinos citadas por la radio paceña.
Uno de los acusados, identificado como José Pari Chino, de 24 años, "primero fue envenenado, pero como seguía vivo luego fue ahorcado", señala una de las versiones, mientras que el otro, de 20 años, fue salvado por la intervención de sus familiares pero está detenido en celdas policiales.
Veinte agentes de la policía antidisturbios de La Paz se trasladaron a Sorata para proteger al detenido que presenta heridas por los golpes y también quemaduras, informó el fiscal Taboada.
La semana pasada un albañil que hacia arreglos a tumbas en un cementerio de la ciudad de Santa Cruz murió por un paliza propinada por cinco hombres que lo confundieron con un profanador de tumbas.
Los linchamientos se han convertido en Bolivia en un asunto que preocupa a las autoridades y que también ha suscitado la atención de instituciones como la Defensoría del Pueblo y organismos internacionales de derechos humanos de Naciones Unidas.
Las personas que participan en estos sucesos dicen actuar amparados en la "justicia indígena o comunitaria", que está consagrada en la Constitución boliviana promulgada en 2009, aunque las autoridades han insistido en que ese sistema judicial no contempla el homicidio.