Dos mineros murieron este martes en el segundo día de protestas que realizan las cooperativas en el centro de Bolivia, situación que elevó al máximo la tensión contra el Gobierno del presidente Evo Morales.
El Gobierno confirmó, de momento, el fallecimiento de uno de los trabajadores -Fermín Mamani- quien murió producto de un disparo por arma de fuego que, según denuncian los trabajadores, fue percutado por la policía mientras que el Ejecutivo asegura que fue por armas que llevaban los mismos mineros.
El minero falleció por el disparo de una bala que ingresó por uno de los brazos y pasó a su pecho durante un enfrentamiento con agentes en la zona de Sayari, situada a unos 100 kilómetros de la ciudad de Cochabamba (centro), según dirigentes del sector.
Los trabajadores acusaron una "actitud criminal" del Gobierno y calificaron al titular de Interior, Carlos Romero, como el "ministro de la muerte", tras informar del primer fallecimiento.
El segundo deceso, el de Severino Ichota, fue confirmado un par de horas después sin que por el momento se entreguen mayores detalles.
Los trabajadores en el segundo día de bloqueos de carreteras que protagonizan miles de mineros cooperativistas en el oeste y el centro del país para rechazar una ley promulgada por el presidente Evo Morales sobre la formación de sindicatos en las cooperativas.
La versión de los mineros
Los mineros condenaron la "actuación criminal y sanguinaria del 'ministro de la muerte', Carlos Romero, quien ante nuestra propuesta de diálogo responde con baja".
"El movimiento cooperativista minero lo declara como único responsable del fallecimiento de nuestro compañero", agregó la federación antes de dar a conocer la muerte del segundo trabajador.
En el comunicado afirmaron que "la actitud criminal del ministro de Gobierno no nos amedrenta, continuaremos luchando por nuestros legítimos derechos".
"Buscaban provocar una baja"
En el comunicado, el Ministerio de Gobierno recuerda que el titular de la cartera, Carlos Romero, advirtió hoy que, según informes de inteligencia, los mineros "buscaban provocar una baja y habían logrado distribuir diez fusiles Máuser" entre los bloqueadores de Sayari, donde este miércoles se produjo el deceso.
Agregó que hace dos semanas la Policía decomisó en ese lugar una pistola calibre 22 con dispositivo láser adaptado.
"Con esa información objetiva se verifica que son los cooperativistas quienes están armados y no la Policía", señala el comunicado.
El Ministerio indicó que pidió a la Policía no usar armas letales y que se revisen las mochilas de todos los uniformados que participaron en los operativos de desbloqueo de las rutas.
En un comunicado, la cartera rechazó "de manera enfática las acusaciones políticas, temerarias e infundadas" de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin).
El Ministerio pidió a la Fiscalía que realice de forma inmediata un examen forense y uno de balística sobre el cadáver "para determinar objetivamente las causas y la autoría del deceso".
El conflicto minero
El Gobierno sostiene que la reforma legal sobre los sindicatos en las cooperativas no alcanzará a las organizaciones mineras, por lo que cree que detrás de las protestas hay un trasfondo vinculado a un intento de las cooperativas de tener más beneficios del Estado.
Los nuevos bloqueos se producen tras las jornadas violentas que tuvieron lugar hace dos semanas, en las que decenas de agentes resultaron heridos y fueron tomados como rehenes por horas, y que derivó en el encarcelamiento de diez mineros.