Ministros altiplánicos manifestaron su satisfacción por la noticia.
"Presidente Morales ha sido el gran impulsor de la iniciativa", dijo el viceministro de Descentralización.
El Gobierno de Evo Morales valoró la decisión de los prefectos opositores de Santa Cruz, Rubén Costas, y Tarija, Mario Cossío, de firmar el preacuerdo para abrir un proceso de diálogo nacional que permita resolver la conflictiva situación del país.
El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, en declaraciones ofrecidas por el canal ATB, destacó que ahora se podrán establecer acciones para garantizar la "normalidad y la tranquilidad en el país".
Consideró no obstante que la apertura del diálogo supone una "fuerte derrota" para los opositores que han "conjurado" contra la democracia en el país.
Por su parte, el viceministro de Descentralización, Fabián Yasick, expresó su satisfacción por la decisión de los opositores y subrayó que el presidente Morales ha sido "el gran impulsor de la iniciativa" que deberá concretarse a partir del próximo jueves en la región central de Cochabamba.
Yasick recordó que uno de los puntos del preacuerdo establece que las oficinas del Estado ocupadas en las regiones gobernadas por la oposición deben ser revertidas a la administración central.
"En cumplimiento de este acuerdo esperamos a partir de este momento puedan devolver todas estas instalaciones ilegalmente ocupadas", apuntó.
Por su parte, Fidel Surco, presidente de Consejo Nacional por el Cambio (Conalcam), que agrupa a las organizaciones sociales leales al Gobierno, dijo a Radio Erbol que no pararán sus medidas de presión en tanto no sean devueltas las oficinas estatales.
"Queremos que (...) las instituciones públicas vuelvan al estado boliviano", señaló el dirigente campesino, al tiempo que dijo que "de lo contrario" continuarán los bloqueos sobre la ciudad de Santa Cruz que tienen instalado los movimientos sociales.
Sin embargo, Surco aclaró que "el diálogo tiene que prosperar y terminar la intransigencia por parte de los prefectos".
