La región boliviana de Santa Cruz declaró este viernes la situación de desastre, para facilitar la ayuda estatal con la que combatir los incendios que han arrasado con cerca de 831 mil hectáreas.
El 37 por ciento de esta región, de unos 370 mil kilómetros cuadrados, está en riesgo extremo de incendios forestales y un 20 por ciento en riesgo muy alto, advirtió el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas.
Tras una reunión de un comité de crisis que acordó la declaratoria de desastre el gobernador, acompañado del ministro interino de Defensa de Bolivia, Luis Fernando López, que coordina labores de lucha contra el fuego, anunció la decisión.
Las altas temperaturas, la baja humedad y las escasas probabilidades de lluvia dibujan un escenario desfavorable para el control de los 34 incendios activos en la región, en zonas además con una orografía que dificulta las labores contra las llamas, relató Costas.
"Se necesita sumar mucho más esfuerzo", advirtió, tanto en recursos humanos como materiales, ante unos fuegos que en su mayoría son por imprudencias o intencionados, incluso que vuelven a aparecer tras ser controlados.
La autoridad recordó que existen más de 400 procesos sancionadores contra acusados de iniciar fuegos con prácticas como quemas con fines agrícolas, pese a estar prohibidas, otras 17 causas penales y cinco detenidos.
De ellos, tres fueron enviados a prisión preventiva y dos condenados a penas de cárcel, aunque uno fue eximido por razones de edad, en una sentencia que se considera pionera en el país contra incendiarios.
Rubén Costas comentó que las zonas afectadas son ricas en flora y fauna, con especies como la paraba azul, por ello, el ministro de Defensa confesó que "duele" ver el desastre medioambiental, por el "altísimo impacto" en la riqueza natural de la zona.
Una treintena de militares trabajan en zonas afectadas y se espera el refuerzo de un centenar de bomberos, entre otros efectivos, señaló.