Grupos afines al presidente boliviano, Evo Morales, cercaron el aeropuerto internacional de la ciudad de El Alto para impedir la salida del recinto del líder cívico Luis Fernando Camacho, que reclama la renuncia del mandatario.
Camacho llegó el lunes por la noche al aeropuerto de El Alto, que también sirve hacia La Paz, tras participar en un cabildo o asamblea ciudadana en su natal Santa Cruz donde se decidió radicalizar las protestas para exigir la renuncia de Morales.
Enterados de su llegada, afines al gobernante se congregaron dentro del aeropuerto para impedir su salida y luego llegó más gente que se apostó en los accesos a la terminal aérea con el mismo fin.
Camacho denunció en las redes sociales que estaba en el aeropuerto porque un funcionario de Servicios de Aeropuertos de Bolivia (Sabsa) "llamó a una horda masista" (del gubernamental Movimiento al Socialismo - MAS) para impedir su salida.
Aeropuerto "garantiza su seguridad"
Sabsa aseguró en un comunicado que "aplicó todos los protocolos y procedimientos de seguridad" para "garantizar y proteger la vida e integridad física" de Camacho.
La entidad también sostuvo su "compromiso" de "salvaguardar la integridad" de los pasajeros y usuarios, "garantizando el normal desenvolvimiento de las operaciones" en la terminal aérea.
Medios locales mostraron que los movilizados fuera del aeropuerto revisaron durante la madrugada a los pasajeros y vehículos que intentaban entrar y salir de la terminal.
Aunque hay policías presentes en el lugar, esta mañana los afines a Morales continuaban con los bloqueos, ante lo cual la gente que tiene que viajar debe caminar para llegar hasta el aeropuerto.
OEA pide que se permita "libertad de movimiento"
En un mensaje en Twitter, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió a las autoridades de Bolivia "que se asegure libertad de movimiento y circulación" del líder cívico.
Los movimientos cívicos y ciudadanos liderados por Camacho acordaron el lunes por la noche radicalizar la huelga ciudadana que se cumple desde hace 14 días en algunas ciudades bolivianas, con bloqueos pacíficos en las instituciones del Estado y en las fronteras del país.
El dirigente llegó a La Paz con la intención de lograr que Evo Morales firme una carta en la que el mandatario renuncia al cargo.
La oposición y movimientos cívicos no reconocen el resultado de las elecciones del pasado 20 de octubre que dio al presidente la victoria, al denunciar que hubo fraude a su favor por parte del órgano electoral.
Si bien inicialmente reclamaban una segunda vuelta, desde el pasado jueves determinaron exigir que se anulen los comicios y renuncie el presidente.
El órgano electoral realizó el pasado viernes la firma de los resultados que dan la victoria a Evo Morales, un formalismo previsto en el cronograma electoral, y advirtió de que no es posible anular los comicios como pide una parte de la sociedad boliviana.
El detonante de las sospechas de manipulación del voto fue, el día después de la votación, un repentino cambio de tendencia del cómputo provisional, que pasó de prever una segunda vuelta entre Morales y el opositor Carlos Mesa a augurar un triunfo en primera ronda del mandatario boliviano.