El gobierno boliviano calificó como "inapropiado e inaceptable" reírse de la propuesta de su Mandatario, quien planteó cambiar la sede de la ONU a otro país.
El embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg, se disculpó por haber declarado que no le extrañaría que el presidente boliviano, Evo Morales, quisiera cambiar, además de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la sede de Disneylandia.
Un portavoz de la embajada estadounidense aseguró que ya está "superado el tema por la vía diplomática", como exigió el gobierno boliviano, que no se conformó con que Goldberg restara importancia a su comentario asegurando a los periodistas que había sido sólo una broma.
El lunes pasado, el viceministro de Relaciones Exteriores, Hugo Fernández, indicó que su gobierno quiere "profundizar las relaciones (con Estados Unidos) y en ese sentido, en razón de una broma de mal gusto, inapropiada y que consideramos que no es aceptable por ningún país, hemos dado una queja por escrito".
"Ese es el lenguaje diplomático y nosotros esperamos una respuesta diplomática a ese respecto", agregó el vicecanciller.
El diplomático estadounidense aclaró el viernes pasado a los periodistas que sólo pretendía "distender" las tensas relaciones bilaterales con su chiste, que aludía a la reciente propuesta de Morales de trasladar la sede de la ONU de Nueva York a otro país.
El ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, de etnia aymará como Morales, tildó al embajador de "racista" y aseguró que la broma sobre la sede de Disneylandia fue una ofensa al "movimiento campesino e indígena del continente". (EFE)
