El presidente Evo Morales afirmó que Chile comete "una grave ofensa" contra el papa Francisco en su intento de "callarlo" para que, en medio de su visita de enero próximo, no se pronuncie públicamente respecto de la demanda marítima de Bolivia.
El embajador de Chile ante el Vaticano, Mariano Fernández, confirmó ayer que la expectativa del Gobierno es que el pontífice "se abstenga de opinar" respecto al asunto, puesto que cualquier tipo de declaración se puede "distorsionar".
Lo anterior cobra peso tomando en cuenta que el año 2015, en medio de su visita a Bolivia, el líder católico abogó abiertamente por el diálogo, planteamiento que fue celebrado como un triunfo diplomático por La Paz y por el propio Morales.
A raíz de los dichos del ex canciller Fernández el mandatario del país vecino se desahogó en Twitter y lanzó una oleada de ácidos comentarios: "Prohibir callar al hermano Francisco es grave ofensa contra el Papa de los pobres".
Junto al hashtag #MarParaBolivia, y usando metáforas líquidas, Evo afirmó que "la Oligarquía chilena hace aguas", pero no podrá callar a "48 presidentes" que, supuestamente, apoyan la postura boliviana.
La verdad, reflexionó, es "imparable" e "inmensa, como el mar"...
