El presidente de Bolivia, Evo Morales, obtuvo este domingo el respaldo del 35,25 por ciento de sus militantes en las primarias celebradas por primera vez en Bolivia, mientras que los candidatos opositores, críticos con esta votación, recibieron porcentajes que no llegaron al 7 por ciento.
El gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales fue con diferencia el partido con más participación, mientras que entre las ocho fuerzas opositoras, que habían llamado varias de ellas a no participar a su militancia, el respaldo fue de entre el 3,1 por ciento de PAN-BOL al 6,83 del MNR.
Los principales líderes opositores alcanzaron porcentajes en torno al 5 por ciento, como el ex presidente boliviano Carlos Mesa y el senador Óscar Ortiz, e incluso menores, como el 4,12 por ciento del exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas y el 3,78 del también ex presidente Jaime Paz Zamora.
La presidenta del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, María Eugenia Choque, aseguró tras comunicar a los medios estos resultados preliminares que "quedan retos y desafíos" en cuanto a la participación.
Por su parte, uno de los vocales del órgano electoral, Antonio Costas, dijo que "para ser la primera vez de un evento voluntario", ya que en elecciones como las generales en Bolivia el voto es obligatorio, "se ha tenido una participación muy interesante".
La participación de la gente
Tanto Coque como Costas coincidieron en señalar que la decisión de votar correspondió a cada partido.
El MAS había llamado a la participación, mientras que alianzas como la "Comunidad Ciudadana de Mesa" y "Bolivia Dice No" de Ortiz habían anunciado que solo votaría el mínimo de militantes necesario para habilitar sus candidaturas de cara a las elecciones generales de octubre en Bolivia.
A las primarias estaban convocados 1.715.880 militantes de nueve organizaciones políticas y alianzas y los resultados definitivos pueden tardar entre dos y tres días.
Esta votación, que serviría para que los militantes se pronunciaran sobre los candidatos de sus partidos, contaba solo con el respaldo del oficialismo que la defiende como un ejercicio de democracia interna en las organizaciones políticas.
Sin embargo, la oposición denuncia que es un gasto inútil, de unos 3,9 millones de dólares, porque los militantes solo pueden votar una candidatura de su partido, sin alternativas, y un intento del oficialismo de avalar una candidatura a la reelección de Morales, que consideran ilegal.
La decisión del TC
El órgano electoral habilitó la candidatura de Morales para un cuarto mandato gracias a un fallo del Tribunal Constitucional de Bolivia, que estableció el derecho a la reelección indefinida.
La oposición argumenta que debió prevalecer la Constitución del país, que limita a dos los mandatos consecutivos, y un referéndum que negó a Morales la posibilidad de eliminar ese límite.
El Constitucional ya avaló para un tercer periodo a Evo Morales, en el poder desde 2006, al entender que el primero no contaba porque en 2009 Bolivia se refundó de República a Estado Plurinacional.