La Fiscalía de Bolivia descartó imputar a Evo Morales por sedición, al constatar que impediría ejercer acciones en el ámbito internacional contra el ex presidente, que está en Argentina, aunque mantuvo la acusación por terrorismo.
El fiscal departamental de La Paz, Marco Antonio Cossio, dijo este lunes a los medios en La Paz que la imputación por sedición "es considerada política y nos impediría hacer muchas acciones internacionales".
La semana pasada la Fiscalía General de Bolivia comunicó que Interpol rechazó una orden de detención de Evo Morales, al considerar que el delito de sedición de que inicialmente también se le acusaba tiene una connotación política, lo que de acuerdo con su normativa impide cursar la solicitud.
Cossio explicó que la Fiscalía pidió al juez que ordene una audiencia contra Morales, que de no presentarse sería declarado en rebeldía, y avanzó que en ella solicitará la detención preventiva.
La solicitud de detención preventiva está basada en que la acusación que se mantiene es por delitos "muy graves", terrorismo y financiamiento del terrorismo, subrayó el fiscal.
El proceso corresponde a una denuncia interpuesta por el Ministerio de Gobierno (Interior) de Bolivia en noviembre de 2019, al poco de asumir el poder de forma interina Jeanine Áñez, cuando Evo Morales estaba entonces en México.
La acusación se basa en un video en el que se atribuye la voz de Morales para supuestamente incitar a bloqueos de ciudades en Bolivia, que organizaciones como Human Rights Watch (HRW) han considerado una prueba insuficiente para la gravedad de esos delitos.
Esta denuncia es una de las interpuestas por el Ejecutivo transitorio de Áñez contra Morales, que desde diciembre pasado está en Argentina, donde solicitó refugio.
La Fiscalía emitió órdenes de aprehensión por algunas de estas denuncias, para que el ex mandatario comparezca en procesos en su contra en Bolivia, pero sus abogados observan que no existen garantías constitucionales para su retorno e incluso temen por su vida.
No obstante, Evo Morales ha dicho que si su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), gana las elecciones del 18 de octubre en Bolivia, al día siguiente volverá a su país.