Las habitaciones donde se ejerza la prostitución en La Paz no podrán tener una cortina como puerta, tendrán un espacio mínimo, medidas de seguridad como un timbre de alarma e higiénicas con información sobre enfermedades sexuales, informó hoy la Alcaldía de la ciudad boliviana.
El alcalde de La Paz, Luis Revilla, promulgó una norma que regula los lugares para ejercer la prostitución, que deberán obtener autorización municipal, y con la que se pretende luchar contra la trata de personas, según un comunicado de la Alcaldía.
El objetivo es fomentar que "la actividad se ejerza de manera libre, con seguridad y sanidad", bajo el principio de que "la autogestión es la base fundamental para el desarrollo del trabajo sexual en La Paz", una ciudad de cerca de un millón de habitantes.
Por ello, los trabajadores sexuales deberán obtener a partir de ahora una autorización municipal para ejercer su actividad en La Paz, entre otras medidas para protegerlas del proxenetismo.
La norma prohíbe el acceso de menores y la venta de alcohol en estos lugares, donde las habitaciones deben tener al menos 10 metros cuadrados, ventilación y extintores, la puerta no puede ser sustituida por una cortina y en lugares visibles deben mostrar información sobre enfermedades de transmisión sexual.
Esta regulación fue promovida por la Organización de Mujeres en Situación de Prostitución, para acabar con un vacío legal que impide controlar esta actividad y los abusos sobre quienes la ejercen.
Además, fueron consultadas otras organizaciones como las de Trabajadoras Nocturnas y Por la Emancipación de las Mujeres, de acuerdo con el comunicado.
Según datos de la Alcaldía, en toda Bolivia se calcula que entre 35.000 y 40.000 personas ejercen la prostitución, más del 90 por ciento mujeres y por necesidades económicas.