El presidente de Bolivia, Luis Arce, instó a las Fuerzas Armadas a comenzar "un nuevo ciclo (...) junto al pueblo" en el que "nunca más" sean parte de golpes de Estado, ni reciban armamento de otros países para reprimir a la población, en alusión a la crisis política y social del país a fines del 2019 que derivó en la renuncia del entonces presidente, Evo Morales.
El mandatario hizo este llamado tras su participación en la parada militar realizada en la ciudad de Sucre, por los 196 años de la creación de las Fuerzas Armadas del país.
"Es hora de empezar un nuevo ciclo, una nueva época para nuestras Fuerzas Armadas. En esta gran tarea el pueblo está esperando caminar juntos y el pueblo nunca les dará la espalda porque nunca irá a tocar las puertas de cuarteles para pedirles que conspiren contra la democracia", expresó Arce en su discurso.
El jefe de Estado prosiguió entre ovaciones señalando que "el pueblo" tampoco les quitará el armamento a las Fuerzas Armadas "para entregarle a una potencia extranjera que los desarme", y que la única exigencia será que cumplan con su rol de "defender la soberanía nacional y construir el desarrollo integral" del país.
"Las Fuerzas Armadas nunca más deben ser parte de golpes de Estado ni de rupturas constitucionales, no deben ponerse a órdenes de ninguna potencia hegemónica ni tampoco recibir armamento de otros países ni municiones para reprimir al pueblo boliviano", enfatizó.
Arce indicó que el país se encuentra en una época en la que la institución tendrá que "adecuar" su pensamiento y estructura al modelo "social, comunitario" impulsado por el partido gubernamental.
Además, el Mandatario reprochó que "algunos malos militares" hayan contribuido en el golpe de Estado de 2019, que mostró el acecho de la "restauración conservadora" contra "el sentir mayoritario de las Fuerzas Armadas", intentando "enlodar" la institución con masacres que han "herido el sentimiento popular", por lo que la instó a "recuperar la confianza del pueblo" para así poder "consolidar la democracia".
