Ocho prostitutas bolivianas iniciaron una huelga de hambre en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, para apoyar el paro de los médicos y exigir al presidente Evo Morales una solución a ese conflicto, que paralizó desde hace un mes la atención gratuita que tenían en los hospitales estatales.
La dirigente de una asociación de las trabajadoras sexuales de esa ciudad, Lily Cortés, dijo que esperan una pronta atención de las demandas de los médicos y de los trabajadores de la salud pública, que exigen a Morales derogar un decreto que aumenta su jornada laboral de seis a ocho horas.
Cortés dijo que muy pocas pueden pagar consultas privadas, que cuestan cerca de 67 dólares (32.361 pesos chilenos), y temen que la mayoría de las asociadas, que no asisten a sus controles desde hace un mes, lleguen a contraer infecciones con riesgo para su salud e incluso peligro de un brote de VIH.
En las últimas semanas, los médicos bolivianos, apoyados por estudiantes de medicina, han hecho huelgas de hambre, aunque por relevos, y otros se han crucificado o se han cosido los labios, además de enfrentarse en varias ciudades a la policía antidisturbios.