El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, recibió este miércoles el alta después de estar 17 días hospitalizado tras someterse a una operación por las secuelas del ataque que sufrió el pasado septiembre.
Bolsonaro, de 63 años, dejó el hospital Albert Einstein, un centro privado de Sao Paulo, sobre las 12:00 hora local y se desplazó hasta el aeropuerto de Congonhas, donde tiene previsto tomar un vuelo hacia Brasilia.
El mandatario fue ingresado el pasado 27 de enero para retirar la bolsa de colostomía que le fue colocada en septiembre, cuando fue apuñalado mientras participaba en un acto de campaña en la ciudad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais.
Bolsonaro superó con éxito su tercera cirugía desde el atentado, pero su cuadro se complicó después de que los médicos diagnosticaran una neumonía que lo obligó a prolongar su estancia en el hospital debido al aumento de la dosis de los antibióticos.
Recibió el alta esta mañana, "con el cuadro pulmonar normalizado, sin dolor, sin fiebre, con función intestinal restablecida y dieta leve", de acuerdo con el boletín médico del hospital.
"Ansioso por regresar a su casa"
El portavoz de la Presidencia, Otavio do Rego Barros, confirmó que Bolsonaro viajará este miércoles a Brasilia y se trasladará a su residencia oficial, el Palacio de la Alvorada, aunque no tiene previstos compromisos oficiales.
"Bolsonaro despertó animado, dispuesto y ansioso por regresar a su casa", señaló el portavoz en una rueda de prensa en Brasilia.
El Gobierno brasileño esperaba el alta del presidente para terminar de definir las primeras propuestas que enviará al Congreso, centradas en una reforma de las jubilaciones y pensiones y el combate al crimen.
Esos proyectos constituyen dos de las principales promesas de campaña de Bolsonaro, que son acabar con un crónico déficit fiscal y acorralar al crimen organizado, al que se le atribuye una violencia que anualmente deja unos 60 mil muertos en el país.