Brasil enfrenta desde este lunes bloqueos en importantes carreteras de doce de sus 27 estados por la huelga contra los altos impuestos y los elevados costos de los combustibles con la que un grupo de camioneros independientes promete "paralizar" el país por tiempo indeterminado, informaron fuentes oficiales.
La Presidencia brasileña, en un primer pronunciamiento sobre la paralización, afirmó que el movimiento es puntual en algunas regiones y que sus organizadores, con "aspiraciones políticas", tan sólo tienen como objetivo provocar un "desgaste del Gobierno".
Los camioneros que participan en la protesta estacionaron sus vehículos en carreteras de los estados de Sao Paulo, Minas Gerais, Goias, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Tocantins, Espíritu Santo, Río Grande do Norte, Pernambuco, Santa Catarina, Paraná y Río Grande do Sul, informó la Policía de Carreteras.
Las vías fueron bloqueadas totalmente en algunas regiones y parcialmente en la mayoría de los estados afectados.
La situación más grave se registra en las carreteras de los tres estados del sur de Brasil (Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul), donde los camioneros sólo permiten el paso de vehículos con cargas perecibles, en tanto que en los otros tan sólo estacionaron sus vehículos en una de las pistas, por lo que el tránsito era posible pese a los grandes atochamientos.
Los camioneros que participan en la huelga, que se dicen independientes de los sindicatos del sector, afirman haber atendido una convocatoria del llamado Comando Nacional de Transporte, un movimiento surgido en Internet y sin registro oficial.
Los huelguistas protestan contra las supuestas altas tasas con que el Gobierno tributa el transporte y contra recientes aumentos de los precios de los combustibles, reivindicaciones que no son compartidas por todos los camioneros.
El Gobierno, que alega haber atendido todas las reivindicaciones de los camioneros en las últimas negociaciones, ha dicho que está atento a la movilización por temer que se trate de una iniciativa de sectores de la oposición para agravar la actual crisis del país.