La región metropolitana de Recife, en el noreste de Brasil y que registró en las últimas dos semanas tres ataques de tiburones a personas, inició este sábado una serie de acciones para prevenir este tipo de incidentes con los escualos.
Las acciones complementan el trabajo del Comité Regional de Monitorización de Incidentes con Tiburones (CEMIT, por su sigla en portugués) que esta semana recibió recursos por dos millones de reales (unos 300 millones de pesos chilenos).
Este sábado comenzaron 24 expediciones para captura y marcaje de los animales en las proximidades del puerto marítimo de Suape, que prevén la aplicación de treinta receptores acústicos para precisar con más detalle el movimiento de los tiburones en las playas.
La turística playa de Boa Viagem, en Recife, y la vecina Piedade, en Jaboatão dos Guararapes y el punto más crítico de los ataques, comenzaron una campaña para sensibilizar a la población, que una semana después de dos ataques continuaba entrando al mar en zonas de peligro.
Salvavidas, policías metropolitanos y bomberos intensificaron la guardia y los vendedores ambulantes y trabajadores de las casetas de comidas fueron también instruidos para sumarse a la campaña, de acuerdo con un comunicado divulgado por la Alcaldía de Recife.
El ataque más reciente ocurrió el lunes pasado, cuando una joven fue mordida en varias partes del cuerpo por un escualo y sufrió la amputación de parte de uno de sus brazos.
Este hecho se produjo a menos de 500 metros del que se registró el domingo, cuando un joven de 14 años fue mordido y su pierna también tuvo que ser amputada.