La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó que su gobierno analizará un proyecto para la construcción de un ferrocarril entre la costa atlántica de su país y Bolivia, tras una reunión con su par boliviano, Evo Morales.
"Definimos que se harán estudios y una evaluación económica" para determinar la viabilidad de ese proyecto, declaró Rousseff al comparecer ante los periodistas junto a Morales, que impulsa esa iniciativa desde hace años y está de visita en Brasilia.
Rousseff no aclaró si ese proyecto se entroncaría con una red ferroviaria que su gobierno acordó el año pasado desarrollar junto con Perú y China, que financiaría las obras, y que pretende unir el noreste brasileño con puertos del Pacífico peruano.
Combustible boliviano
La mandataria aseguró que su gobierno apoyará toda iniciativa que apunte a una mayor integración "física" y "territorial" con Bolivia, un país que consideró "fundamental" para el desarrollo de Brasil.
Como ejemplo, citó que el 30 por ciento de la demanda de gas brasileña es cubierta por Bolivia, que cada día bombea unos 32 millones de metros cúbicos de ese combustible a través de un gasoducto binacional.
El contrato de suministro de gas fue firmado en 1999 y vencerá en 2019, pero ambos Gobiernos ya han iniciado las conversaciones para renovarlo por otras dos décadas.
Rousseff, quien consideró que Bolivia se transformará en uno de los "grandes centros energéticos" de Suramérica, dijo que también conversó con Morales sobre futuras adquisiciones de gas licuado de petróleo (GLP) y gas natural licuado (GNL) procedente de Bolivia.
También confirmó que ambos gobiernos trabajarán por lograr "un mejor aprovechamiento" hidroeléctrico del fronterizo río Madeira, en torno al cual ya se discuten cuatro proyectos para la generación de electricidad.
Virus Zika
Así como hizo Morales a su turno, Rousseff instó a que Brasil y Bolivia trabajen conjuntamente "para combatir al mosquito" Aedes aegypti y prevenir una mayor incidencia del virus del Zika a lo largo de los casi 3.400 kilómetros de frontera común.
"Esa es una tarea necesariamente colectiva, para todos los países de Suramérica y para toda América Latina", declaró Rousseff.