El bosque tropical solo registró 5.779 focos de incendio en el mes recién pasado, un 50 por ciento menos que los notificados en octubre.
Desde que Jair Bolsonaro ascendió al poder, este es el primer año en que los incendios del Amazonas caen.
Esta es la cuarta baja consecutiva de los incendios en la Amazonas este año.
El gobierno brasileño informó este miércoles que el Amazonas, la selva tropical más extensa del planeta, registró 5.779 focos de incendio en noviembre, un 50 por ciento menos que los notificados en octubre y la menor cantidad en 21 años.
En noviembre de 2020, cuando se reportaron 6.321 focos de calor en este bioma, la caída fue de 8,5 por ciento, según los datos divulgados hoy por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Se trata de la cuarta baja consecutiva de los incendios en la Amazonas este año y el menor número reportado desde el año 2000 cuando fueron registrador 5.497 focos de fuego.
Desde el primero de enero y hasta el 30 de noviembre se contabilizaron 73.494 focos de fuego en este ecosistema, un 26 por ciento menos que los registrados el año pasado durante el mismo período.
Desde que Jair Bolsonaro está en el poder, este es el primer año en que los incendios del Amazonas caen. En 2020 fueron registrados 103.161 focos de fuego y en 2019, cuando las llamas en la mayor selva tropical del planeta le dieron la vuelta al mundo, fueron cerca de 90.000.
De acuerdo con el gobierno brasileño, un total de 8.000 profesionales vinculados con autoridades ambientales, la Policía Federal y la Fuerza Nacional de Seguridad Pública y de autoridades ambientales, se desplazaron este año al Amazonas y a otros ecosistemas como el Pantanal y el Cerrado para apoyar la lucha contra los incendios.
No obstante, el apoyo de las fuerzas de seguridad para controlar los incendios no ha sido efectivo en la lucha contra la deforestación de la selva, la principal causa de las llamas en el Amazonas, es provocada en buena parte por la minería ilegal y el comercio ilícito de madera.
Entre agosto de 2020 y julio de 2021, el bosque tropical perdió 13.235 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, la mayor área degradada para un período de doce meses en los últimos 15 años y un incremento de 22 por ciento, en el comparativo interanual.
Hasta el 19 de noviembre, se registraron alertas de devastación en 136 kilómetros cuadrados de vegetación nativa, casi la mitad de los 309, según las imágenes satelitales del INPE.
