El Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de Río de Janeiro, un cuerpo de la Policía que se hizo mundialmente conocido con la película "Tropa de Elite", dio este domingo una felicitación de Navidad con una foto en la que aparece un "Viejito Pascuero" armado con un fusil de asalto.
"La Navidad llegó y con ella la esperanza para días mejores. Nos acordamos de aquellos que hoy, 24/12, estarán donando sus vidas para que podamos confraternizar", publicó el BOPE en su página oficial de Facebook.
Junto con el mensaje, una foto de un Papá Noel con el tradicional traje rojo, pero complementado con un macuto, un chaleco antibalas y un fusil con mira telescópica.
De fondo, un paisaje nevado y un poco más difuminado, un camión militarizado junto a otras personas armadas. Todo ello coronado con la siguiente frase: "¡El BOPE desea a todos Feliz Navidad!".
"¡Somos policías, sí! Por opción, vocación y don, pero eso no disminuye al ser humano que el uniforme esconde. Por nuestros familiares, amigos y compañeros continuaremos esa lucha", completa el escrito agregado a la instantánea.
Este batallón fue dado a conocer de manera internacional gracias a las dos premiadas películas "Tropa de Elite" que tratan sobre el intenso entrenamiento al que son sometidos sus miembros y sus operaciones contra las bandas de narcotraficantes y de paramilitares que controlan las favelas de Río de Janeiro.
Los dos filmes están protagonizados por Wagner Moura, que recientemente interpretó al narcotraficante colombiano Pablo Escobar en la serie "Narcos", de Netflix, y dirigidos por José Padilha, quien también participó de la producción de la firma estadounidense.
Crisis de seguridad
La felicitación del BOPE llega en un momento delicado para Río de Janeiro, inmerso en una grave crisis de seguridad desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016.
Según asociaciones de la sociedad civil, en este 2017, en todo el estado de Río de Janeiro, cuya mayor parte de la población reside en la capital homónima, se han registrado unas 4.000 muertes violentas, entre ellas más de 130 policías asesinados.
La ola de violencia obligó al Gobierno del presidente Michel Temer a enviar a mediados de año 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas para reforzar la seguridad en la región, con la perspectiva de que permanezcan allí hasta finales de 2018.