El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, derrotado en las elecciones de este domingo por el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, seguía en absoluto silencio y sin comentar el resultado de las urnas unas 16 horas después de concluido el escrutinio.
Bolsonaro, líder de la ultraderecha y que perdió las elecciones por diferencia de menos de dos puntos porcentuales, pasó la noche en su residencia oficial en Brasilia y este lunes se dirigió al Palacio presidencial, pero sin hacer ninguna declaración.
Febril desde siempre en las redes sociales, también ha silenciado en esas plataformas.
Aunque el mandatario no ha reconocido la derrota ni mucho menos felicitado a Lula, su mayor antagonista en la política, el resultado no ha dejado dudas para muchos de los principales referentes del bolsonarismo, que por el contrario han admitido la victoria del candidato progresista ya la misma noche del domingo.
Pese a que se ha dirigido al Palacio presidencial, la agenda oficial de Bolsonaro seguía hasta el mediodía de hoy en Brasil "sin compromisos oficiales".
Tampoco han comentado el resultado de las elecciones sus tres hijos que actúan en política: el diputado Eduardo, el senador Flavio y el concejal de Río de Janeiro Carlos Bolsonaro, que, como su padre, son usualmente activos en las redes sociales, pero han desaparecido de la internet desde la confirmación de la victoria de Lula.
Este domingo, el diputado Eduardo llegó a seguir el recuento de votos en un directo por internet con dos dirigentes de la extrema derecha, pero en el momento en que la tendencia favorable a Lula era ya casi irreversible, lo suspendió sin explicar las razones.
Durante el último año, cuando las encuestas comenzaron a dibujar el claro favoritismo del líder progresista, Bolsonaro mantuvo una dura campaña contra el sistema de votación que se usa en Brasil desde 1996 y llegó a insinuar que, en caso de una derrota, podría no reconocer el resultado.
CON EL 100% ESCRUTADO, LULA DERROTÓ A BOLSONARO POR 2,1 MILLONES DE VOTOS
Lula da Silva ganó las elecciones del domingo por un estrecho margen de 2,1 millones de votos sobre Bolsonaro, según los datos oficiales divulgados este lunes con el 100 por ciento de las urnas escrutadas.
El histórico dirigente progresista, que asumirá el poder el 1 de enero de 2023, venció con un 50,9 por ciento de los sufragios, mientras que el líder ultraderechista se quedó con el 49,1 por ciento, de acuerdo con el Tribunal Superior Electoral (TSE).
Lula, que ya gobernó el país entre 2003 y 2010, recibió 60.345.999 votos por los 58.206.354 de Bolsonaro, que perdió la carrera presidencial con más sufragios incluso que los que obtuvo en los comicios de 2018 (57.797.847), que lo llevaron al poder.
Han sido los comicios más ajustados de la historia de un Brasil extremadamente polarizado.
También ha sido la primera vez que un presidente pierde la disputa por la reelección desde que es permitida la reelección de los jefes de Estado, en 1997.
El triunfo del líder del Partido de los Trabajadores (PT) en el balotaje recibió un fuerte y rápido apoyo institucional en Brasil y fue rápidamente reconocido por los principales líderes mundiales, ante las sospechas de que el jefe de Estado brasileño lo pusiera en duda.