El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva tiene el 51% de la intención de voto y el mandatario Jair Bolsonaro un 42%, según una encuesta divulgada este lunes, de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, previstas para el 30 de octubre.
La última encuesta divulgada la semana pasada por el instituto Ipec, situaba a Lula con el 51% y a Bolsonaro con el 43%, un punto más que hoy. Estos datos son más favorables a Lula que el último sondeo de la empresa Datafolha, que lo sitúa con el 49% de la intención de voto y al actual mandatario con un 44%.
Las firmas encuestadoras han sido muy cuestionadas en Brasil por no haber detectado la fuerza de Bolsonaro y de sus aliados en la primera vuelta de las elecciones, ya que los principales sondeos previeron la victoria de Lula y que su contrincante quedaría en segundo lugar, pero calcularon que la diferencia entre ambos llegaría a ser de entre 10 y 15 puntos porcentuales.
Tras las elecciones, varios aliados de Bolsonaro han pedido que se investiguen los fallos de los sondeos y también han sugerido a los seguidores del líder de la ultraderecha que no respondan a las encuestadoras.
El sondeo de Ipec tiene un margen de error de dos puntos porcentuales y fue elaborado con 2.000 entrevistas realizadas entre el pasado sábado y este lunes en 130 municipios de todo Brasil.
LULA ACUSÓ A BOLSONARO DE QUERER HACER UNA CORTE SUPREMA A SU MEDIDA
Lula da Silva acusó este lunes a su rival de querer hacer una Corte Suprema a su medida. "Hay un intento de destruir las instituciones. Tenemos (como presidente) un ciudadano que está intentando aumentar el número de miembros de la Corte Suprema con la perspectiva de hacer una Corte Suprema favorable a él", dijo durante un encuentro con un grupo de intelectuales.
Lula se refirió así a unas polémicas declaraciones del presidente Bolsonaro durante una entrevista a una revista, en la que dijo estar valorando una propuesta de ampliar el número de magistrados de la Corte Suprema, aunque aseguró que solo discutiría esa cuestión después de las elecciones.
Después de desatarse una polémica por esas afirmaciones, este domingo Bolsonaro afirmó que descartaría esa idea si el Supremo "baja un poco la temperatura".
El líder de la ultraderecha mantiene una tensa pugna con la cúpula judicial, a la que acusa de haber tomado decisiones en su contra y de algunos de sus aliados motivadas, según él, por "activismo" político.
Bolsonaro ha designado a dos de los once jueces que forman el Supremo Tribunal Federal.
Para aprobar una eventual ampliación del número de jueces, sería necesario impulsar una enmienda constitucional de dudosa legalidad, puesto que la carta magna veta cualquier reforma que sea contraria a la independencia de los tres poderes.