El ex juez y ex ministro de Justicia, Sergio Moro, anunció este jueves que desistió de ser candidato a la Presidencia de Brasil en las elecciones del próximo octubre, para las que aparecía como el tercer favorito en las encuestas.
"Renuncio, en este momento, de la precandidatura presidencial y seré un soldado de la democracia para recuperar el sueño de un Brasil mejor", indicó en sus redes sociales el derechista, que se hizo popular como juez por conducir los casos de corrupción de la Operación Lava Jato y llevar a prisión al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Su renuncia se dio a conocer el mismo día en que oficializó el cambio del partido derechista Podemos a Unión Brasil, bloque de centro-derecha.
Aunque en su mensaje no especificó cuál será su destino político, todo indica que se postularía como candidato a diputado federal por el estado de Sao Paulo, el mayor colegio electoral del país.
"Brasil necesita un alternativa que libre el país de los extremos, de la inestabilidad y del radicalismo. Por eso, acepté la invitación" de Unión Brasil "para afiliarme al partido y así facilitar las negociaciones de fuerzas políticas del centro democrático en busca de una candidatura presidencial única", argumentó Moro en su mensaje.
En las encuestas, Moro aparecía como el mejor posicionado para encabezar esa candidatura de "tercera vía" que las fuerzas políticas de centro están intentando conformar, para romper la polarización entre el progresista Lula y el ultraderechista Bolsonaro, que aspirará a la reelección.
Sin embargo, su progresión en las encuestas se estancó en los últimos meses, quedándose en ese 8%, a lo que hay que sumar las dificultades para crear alianzas por su poca experiencia en la política.
SERGIO MORO CONTRA LA CORRUPCIÓN
Moro se convirtió en un símbolo de la lucha contra la corrupción en Brasil por los procesos que asumió en calidad de juez en Curitiba, por los que condenó a decenas de políticos y empresarios por corrupción, en el marco de la Operación Lava Jato.
Entre ellos a Lula, quien pasó 580 días en prisión por dos condenas que luego fueron anuladas por la Corte Suprema, que en otro proceso posterior, declaró que Moro actuó de forma "parcial" al juzgar al exmandatario (2003-2010).
En 2019 asumió como ministro de Justicia de Bolsonaro, pero renunció en abril de 2020 por discrepancias con el gobernante, al que acusó de intentar interferir ilegal y políticamente en la Policía Federal, aunque la corporación dijo no haber encontrado tales evidencias.
El exministro cambió de partido tan sólo un día después de que su esposa, Rosángela Moro, se afiliara a Podemos, también en Sao Paulo, con la intención de aspirar a un mandato de diputada.