El ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a 12 años por corrupción, hizo este lunes un llamado para que el pueblo brasileño vote por la democracia y la civilización y no por aquellos que "coquetean con la barbarie".
En una carta enviada en exclusiva al periódico Jornal do Brasil y divulgada hoy por el Partido de los Trabajadores (PT), Lula señaló que aquellos que promovieron la destitución de la ex presidenta Dilma Rousseff bajo "un golpe parlamentario y mediático disfrazado de impeachment" son "el otro polo en estas elecciones cualquiera que sea el nombre de su candidato, incluso el que no osan decir".
"El nombre de ellos podría ser el de la serpiente fascista, impactada en el nido del odio, la violencia y la mentira", aseguró Lula en la carta sin referirse directamente al candidato presidencial por la ultraderecha, Jair Bolsonaro, líder en las encuestas de intención de voto.
"Quien coquetea con la barbarie cultiva el extremismo. Quien lucha contra ella nada tiene de extremista. Tiene compromiso con el pueblo, con el país y con la civilización. En la disputa entre civilización y barbarie, se debe elegir un lado. No se puede quedar encima del muro", señaló Lula en la carta.
El ex mandatario rechazó además la lectura de líderes políticos y analistas de que se traten de unas elecciones polarizadas y la búsqueda por una alternativa de centro, pues consideró que "la opción por el PT" no es "extremista".
"Además de falsa y, en ciertos casos, hipócrita, es una lectura oportunista, que pretende confundir al elector y falsear lo que está realmente en juego", aseguró.
Lula recordó que, entre otras, la lucha del PT siempre ha sido contra el hambre, la injusticia social, la desigualdad, el desempleo, el prejuicio y la discriminación y que por eso el PT está en la disputa electoral "a pesar de todas las persecuciones, para que se pueda revertir el golpe y retomar el camino de la esperanza en estas elecciones".
El ex presidente, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, afirmó que el país está a punto de decidir entre quienes "promueven el desarrollo con inclusión social" y aquellos que lo utilizan para "hacer a los ricos más ricos y a los pobres más pobres".
"Si se cerraron las puertas a mi candidatura, abrimos otra con Fernando Haddad", puntualizó Lula.
Pese a que el Partido de los Trabajadores lo inscribió como su candidato oficial, Lula fue inhabilitado por la justicia electoral por estar condenado en segunda instancia a 12 años de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.
El ex mandatario fue reemplazado por Haddad quien, bajo la bendición de Lula, asumió como abanderado petista.
Bolsonaro lidera las encuestas electorales con un 28 por ciento del favoritismo, seis puntos más que Haddad, cuya intención de voto pasó del 16 por ciento al 22 por ciento en una semana.
Ciro Gomes, el candidato laborista, se ubica en el tercer lugar con un 11 por ciento de los apoyos, empatado técnicamente con el socialdemócrata Geraldo Alckmin, quien tiene un 10 por ciento