Los colegios electorales cerraron sus puertas este domingo para la segunda vuelta presidencial, en la que unos 156,4 millones de brasileños fueron llamados a las urnas para elegir entre la continuidad del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro o el retorno al poder del exmandatario progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro y Lula se medirán en una segunda vuelta de las elecciones para la que parte como favorito el líder del Partido de los Trabajadores (PT), con una ventaja de entre cuatro y siete puntos porcentuales, según las últimas encuestas.
En la primera vuelta, Lula, abanderado de un amplio frente progresista al que se han sumado fuerzas de centro y centroderecha, fue el candidato más votado con el 48,4% de los votos, frente al 43,2% que obtuvo el capitán retirado del Ejército, que aspira a un nuevo mandato de cuatro años.
El vencedor de este domingo asumirá el mandato el próximo 1 de enero.
El balotaje, en tanto, ha transcurrido con "absoluta tranquilidad, seguridad y paz", según afirmaron las autoridades electorales, aunque durante la jornada proliferaron relatos en redes sociales denunciando la presencia de retenes policiales en diversas carreteras del país que estarían obstaculizando a los votantes ejercer su derecho.
Además de presidente y vicepresidente, los brasileños de 12 estados tendrán que elegir a su gobernador en segunda vuelta, entre ellos el de Sao Paulo, la región más poblada y motor de la economía del país.
Con el 95,96% de los votos escrutados, el líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva pasa adelante y se mantiene con el 50,68% de las preferencias.
Mientras que el presidente Jair Bolsonaro obtiene el 49,32% de los votos.