La candidata oficialista lidera las encuentas para los comicios presidenciales.
El próximo domingo 3 de octubre los brasileños deberán concurrir a las urnas.
La candidata oficialista a la Presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, asumió este lunes el compromiso de erradicar la miseria si gana las elecciones del próximo domingo, en su último mitin junto al mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.
"Asumo el compromiso de erradicar la miseria, de hacer de éste un país desarrollado, de dar salud y educación de calidad a los brasileños", prometió la abanderada del Partido de los Trabajadores (PT), firme favorita en todos los sondeos.
La candidata aludió a los éxitos sociales logrados durante los ocho años del Gobierno de Lula, del que ella participó como ministra de Minas y Energía y de Presidencia, entre los que destacó la salida de la pobreza de 28 millones de personas y la "ascensión" a la clase media de otros 36 millones de habitantes.
En un discurso de cerca de diez minutos, Rousseff aludió constantemente a Lula, nueve veces de forma directa y otras tres mentando al Gobierno dirigido por el ex sindicalista desde 2003.
Lula, quien la acompañó en el escenario instalado en el Sambódromo de Sao Paulo y cerró el mitin, goza de una popularidad entre los brasileños cercana al 80 por ciento, un factor que explica la ventaja de Rousseff en las encuestas, según analistas políticos.
Rousseff encabeza todas las encuestas con entre el 49 y el 51 por ciento de las intenciones de voto, un margen que la acerca a la victoria en las urnas en la primera vuelta de las elecciones, este 3 de octubre.
El opositor José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) es el segundo en las encuestas, con entre el 25 y el 28 por ciento de las intenciones de voto, y Marina Silva, del Partido Verde (PV), aparece tercera con entre el 11 y el 13 por ciento.
